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Espacio

NASA considera un desafío de gran complejidad llevar humanos a Marte

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Científicos de la Agencia Espacial de Estados Unidos (NASA, por su sigla en inglés), afirmaron este miércoles que llevar humanos a Marte representa un gran desafío de mucha complejidad pues sólo el amartizaje del robot Curiosity, ocurrido en agosto pasado, resultó un logro increíble que simboliza un pequeñísimo paso en comparación con la hazaña de hacer esto con personas.

“El amartizaje del Curiosity fue un logro increíble” pero “no es más que un pequeñísimo paso en comparación con todo lo que debemos hacer para poder caminar un día en Marte”, indicó ex ingeniero de la NASA y profesor del Instituto de Tecnología de Georgia, Robert Braun, durante una conferencia en Washington sobre la conquista del planeta rojo.

Braun aclaró también que, pese a los avances esto ”no es más que un pequeñísimo paso en comparación con todo lo que debemos hacer para poder caminar un día en Marte”.

La conferencia a la que asiste el experto arrancó el lunes y finaliza este miércoles y ha reunido a expertos de la NASA, investigadores universitarios y miembros de la industria aeroespacial para discutir sobre la exploración del planeta rojo.

“Curiosity tiene el tamaño de un pequeño 4×4”, dijo Braun sobre el laboratorio móvil de seis ruedas que ha estado explorando Marte los últimos nueve meses.

Añadió que “para una misión tripulada habría que desarrollar un dispositivo capaz de posar en suelo marciano el volumen equivalente a una casa de dos pisos con una masa de 40 toneladas”, precisó. Una misión así supondría el envío de comida, agua y oxígeno para los astronautas, y de un vehículo lo suficientemente potente como para regresar a la nave espacial, que probablemente permanecería en órbita.

El exingeniero comentó además que “las tecnologías a las que recurriríamos para posar una carga así en Marte serían sin duda muy diferentes a los sistemas que hemos estado utilizando para el robot, notablemente más pequeños”.

Con excepción del Curiosity, las seis primeras sondas estadounidenses que se posaron con éxito en el suelo marciano desde 1974 eran lo suficientemente ligeras como para frenar su descenso con un paracaídas y amortizar con globos el contacto con el suelo.

Curiosity, demasiado pesado para ese modelo de amartizaje, requirió un complejo sistema que incluía un paracaídas supersónico y una grúa propulsada por cohetes.

Nada de esto puede aplicarse a las cargas previstas para una misión tripulada, señaló Braun y agregó que la atmósfera marciana es netamente menos densa que la de la Tierra, cuya presión atmosférica a 40 kilómetros de altitud es equivalente a la de Marte a 10 mil metros, lo que deja poco tiempo para frenar la velocidad supersónica de una nave espacial, precisó.

“Es un desafío que aún no hemos enfrentado, y para el cual todavía no tenemos una respuesta específica”, afirmó.

teleSUR – La jornada – El espectador /jl – GP

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