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Ciencia

X-59: la nave que rompe el sonido sin hacer ruido

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El vuelo supersónico, es decir, el que supera la velocidad del sonido, ha sido durante mucho tiempo un sueño para la aviación civil, ya que permite reducir drásticamente el tiempo de los viajes. Sin embargo, este tipo de vuelo también tiene un gran inconveniente: el ruido que produce al romper la barrera del sonido, conocido como estampido sónico o boom sónico. Este ruido es tan fuerte que puede causar molestias, daños e incluso pánico en las personas y animales que se encuentran en tierra, así como interferir con otros sistemas aéreos. Por esta razón, los vuelos supersónicos comerciales están prohibidos sobre zonas pobladas en la mayoría de los países.

Para resolver este problema, la NASA ha desarrollado una nave experimental llamada x-59, que tiene la capacidad de volar a velocidades supersónicas sin generar un estampido sónico audible. En su lugar, la nave produce un sonido muy suave, comparable al de una puerta de coche al cerrarse. Esto se debe a que la nave tiene un diseño aerodinámico muy especial, que evita que las ondas de choque se acumulen y se propaguen en forma de boom. La nave tiene un fuselaje largo y delgado, unas alas pequeñas y en forma de flecha, y una cabina de piloto sin ventana frontal, que se guía por cámaras y realidad aumentada.

La nave x-59 es el resultado de la colaboración entre la NASA y la empresa Lockheed Martin, que se encarga de su fabricación. La nave se presentó oficialmente el 12 de enero de 2024, y se espera que realice su primer vuelo este mismo año. La misión de la nave es demostrar que el vuelo supersónico silencioso es posible y seguro, y recabar datos sobre su impacto y aceptación entre la población. Para ello, la nave volará sobre varias ciudades seleccionadas de Estados Unidos, y se medirá el nivel de ruido y las reacciones de las personas que lo escuchen. La NASA compartirá esta información con las autoridades reguladoras, con el fin de levantar la prohibición de los vuelos supersónicos comerciales sobre tierra y abrir el camino a una nueva generación de transporte aéreo más rápido y eficiente.

La nave x-59 es un ejemplo de cómo la investigación y la innovación pueden mejorar la forma de volar y acercar el mundo. La NASA espera que esta nave sea el precursor de futuros aviones comerciales que puedan viajar a velocidades supersónicas sin causar molestias ni daños al medio ambiente. Así, se podrían reducir a la mitad los tiempos de los viajes internacionales, y facilitar el intercambio y la cooperación entre personas y países.

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