Barras Bravas: Hooligans

Se hacen llamar seguidores y aficionados de fútbol, portan colores y playeras que los identifican con algún equipo. Tienen a uno o varios líderes visibles y están bien organizados, incluso con recursos que les proporcionan los propios equipos.

En los últimos años las porras como se les conocía años antes, se convirtieron en “Barras” al estilo Sudamericano donde los seguidores no dejan de cantar, brincar y desplegar grandes banderas, de prender bengalas y en buena medida agredir a quienes se les ponga enfrente.

Son las nuevas “Barras” del fútbol mexicano, están integradas por jóvenes de colonias populares o barrios, escuchan música de reggaeton y andan en grupos de 20 o 30 integrantes, por lo regular de bajo de la playera que los identifica traen otra distinta por si tienen que escapar de las fuerzas del orden.

Para llegar a los estadios, estos vándalos toman camiones del transporte público, otros llegan en vagones completos del metro, son vándalos que se hacen pasar como integrantes de las barras de los equipo de fútbol, de las porras y que ingresan a los estadios con armas blancas, cohetones, alcohol y bengalas, para violentar el espectáculo.

Otra forma de introducir a los estadios estos artefactos, es lanzando una mochila amarrada a una cuerda, tal y como ocurrió el sábado en la tribuna alta del Estadio Jalisco.

Saben que pueden hacerlo, uno de los líderes visibles de las barras en el fútbol mexicano es un hombre conocido como Salvador Reyes Contreras “El Nariz”, quien organiza “La Rebel” de los Pumas, hay testimonios que aseguran que más allá de organizar los cánticos de “La Rebel”, este sujeto es el que controla la venta de cerveza dentro y fuera del estadio, ademas se ser señalado como el que mueve la droga de la Barra.

Otro de los cometidos a esta tarea según la propia afición, es otro de los líderes de “La Rebel”, un hombre apodado “El Caco” quien lleva 22 años en la porra.

Las Barras bravas son grupos bien organizados y tanto en Argentina como en Inglaterra, Brasil, Italia o España, se caracterizan por ser epicentro de incidentes delictivos, enfrentamientos y hasta muertes.

Estas batallas muchas veces campales, se dan por lo general con armas blancas y en los barrios aledaños a los estadios, Los Hooligans eran la forma de expresión más violenta de los grupos que apoyan al fútbol, fueron catalogados por provocar disturbios y realizar actos vandálicos, no se trata de un fenómeno nuevo, si no de más de 40 años.

La difusión masiva de los Hooligans nace en Inglaterra junto con la Copa Mundial de fútbol de 1966, de ahí los Hooligans fueron asimilados en todo el mundo, como un modelo para las Barras Bravas de Sudamerica y el resto de Europa, desde 2006 en Inglaterra decidieron introducir en los estadios tornos eléctricos y video vigilancia; además de la inclusión del nombre del comprador y su asiento en la entrada.

Esta medida fue replicada en los estadios de Italia y en algunos de España, con la intención de identificar a Hooligans o aficionados con tendencias fascistas o nazis.

En el estadio de Roma se han instalado sillas especiales llamadas anti Hooligans que no pueden ser arrancadas o tiradas, las Barras Bravas argentinas se identifican con los colores de los equipos, cada partido las Barras se ubican en tribunas populares las cuales carecen de asientos.

La violencia en el fútbol sudamericano a estado presente prácticamente desde sus inicios, desde el primer asesinato registrado ocurrió en Montevideo en noviembre de 1924, luego del ultimo partido del campeonato sudamericano entre Uruguay y Argentina, hasta 2010 al menos 249 personas han perdido la vida en enfrentamientos entre aficionados del fútbol así como una cantidad incontable de heridos.