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México

Hackeo y filtración de datos de periodistas: un ataque a la libertad de expresión

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El pasado viernes 26 de enero se dio a conocer que una base de datos del Sistema de Acreditación de Prensa de Presidencia, que contiene información personal de más de 300 periodistas que asisten a las conferencias matutinas del presidente Andrés Manuel López Obrador, fue hackeada y filtrada en foros clandestinos de internet. Este hecho representa una grave violación a la privacidad y a la seguridad de los comunicadores, así como un atentado contra la libertad de expresión en México.

¿Qué pasó y quién es el responsable?

Según la consultora de seguridad SILKIN, que fue la primera en alertar sobre la filtración, los datos expuestos incluyen nombres, domicilios, correos electrónicos, números de teléfono, fotografías y copias de credenciales de elector de los periodistas acreditados para cubrir las conferencias del presidente, conocidas como “la mañanera”. Estos datos podrían ser usados para fines maliciosos, como extorsión, amenazas, robo de identidad o incluso ataques físicos.

Hasta el momento, se desconoce la identidad y el motivo de los responsables del hackeo y la filtración. El presidente López Obrador dijo el lunes que se trata de un acto de “guerra sucia” y de “espionaje” para dañar la imagen de su gobierno, y comparó este caso con el de los papeles de Guacamaya, el mayor robo de información que ha sufrido la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en su historia. El mandatario aseguró que se hará una investigación y que se entregará un informe al Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), que es el órgano encargado de velar por el cumplimiento de la ley en esta materia.

¿Qué consecuencias tiene para los periodistas y para la sociedad?

La filtración de datos de los periodistas que cubren las conferencias del presidente tiene consecuencias graves tanto para los afectados como para la sociedad en general. Por un lado, los periodistas ven vulnerada su intimidad y su seguridad, lo que puede generar miedo, autocensura o incluso el abandono de su labor informativa. Por otro lado, la sociedad pierde una fuente de información plural, crítica y veraz, que es esencial para el ejercicio de la democracia y el control del poder.

México es uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo en el mundo. Según la organización Artículo 19, que defiende la libertad de expresión, en 2023 se registraron 19 asesinatos de periodistas, 406 agresiones y 14 desapariciones. La mayoría de estos casos permanecen en la impunidad. La filtración de datos de los periodistas que asisten a las conferencias del presidente se suma a este contexto de violencia y hostilidad, que pone en riesgo la vida y el trabajo de los comunicadores.

¿Qué medidas se han tomado y qué se puede hacer para evitar que se repita?

Ante la filtración de datos de los periodistas, el presidente López Obrador instruyó a la Secretaría de Gobernación (Segob) a brindar apoyo a los afectados y a ofrecerles el acceso al Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, que es un programa de resguardo para quienes sufren amenazas o persecución por su labor. Sin embargo, este mecanismo ha sido criticado por su ineficacia, su burocracia y su falta de recursos.

Por su parte, el INAI exigió a la Presidencia que rinda cuentas por los fallos en la custodia de los datos personales de los periodistas y que implemente medidas de seguridad para evitar que se vuelva a repetir una situación como esta. Asimismo, el INAI recomendó a los periodistas afectados que presenten una denuncia ante la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE) y que soliciten una alerta al Mecanismo de Protección.

Además de las acciones legales y administrativas, es necesario que se fortalezca la cultura de la protección de datos personales en México, tanto en el ámbito público como en el privado. Los periodistas y los ciudadanos deben estar informados sobre sus derechos y sobre las medidas que pueden tomar para resguardar su información. Asimismo, las autoridades deben garantizar el cumplimiento de la ley y sancionar a los responsables de violarla. Solo así se podrá proteger la privacidad, la seguridad y la libertad de expresión de los periodistas y de la sociedad.

Fuentes consultadas

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