10 emociones que debe experimentar más allá de la felicidad

Una parte importante de ser feliz es sentirse feliz cada momento a lo largo de nuestra vida.

Pero ¿qué significa en realidad “sentirse feliz”? ¿Es el sentimiento que tenemos al comer un helado en un caluroso día de verano? ¿Lo que sentimos cuando algo sale como queríamos?

De no revisar los matices que encierra la frase “sentirse feliz”, podríamos perder muchas oportunidades de sentir emociones positivas en nuestra vida. El su libro “Vida Positiva” (Norma, 2009), la psicóloga Barbara Fredrickson sugiere que experimentamos un rango de emociones positivas y que cada una de ellas nos ayuda a armar recursos o ampliar nuestra perspectiva de manera muy útil. Aquí le presentamos una rápida revisión de esas 10 emociones positivas y comunes, y lo que pueden hacer por usted.

Alegría
Cuando se sorprende o deleita con algo bueno inesperado, fluye su alegría. Piense en el momento en el que disfruta de una fantástica comida en un restaurante nuevo, cuando planea visitar a un buen amibo. La alegría es indicio de que la situación es segura y le anima a “dejarse caer” en la vivencia y jugar.

Gratitud
La gratitud es lo que emerge cuando usted reconoce que el esfuerzo de alguien más le genera un beneficio a usted. Siente agradecimiento por el regalo, por la generosidad que le brindan y por el tiempo que le dedican. Y ese sentimiento de gratitud le motiva a pensar en cómo retribuir el bien recibido, pagándolo o mostrando consideración hacia sus benefactores.

Orgullo
Cuando alcanza una meta o contribuye significativamente a que se logre en equipo, siente orgullo de sus propias habilidades. Ya sea conseguir el ascenso por el que tanto ha trabajado o cumplir el programa de ejercicio 6 semanas seguidas, reconocer sus habilidades le da la motivación necesaria para seguir fijándose y alcanzando metas.

Serenidad
Usted siente serenidad o satisfacción cuando se encuentra en situaciones que son correctas y cómodas. Piense en un domingo relajado con la familia, o gozando de la calma y el silencio de una caminata por un jardín o el campo. La serenidad, afirma Frederickson, nos hace saborear el momento y reacomoda nuestras prioridades, profundizando el conocimiento de nosotros mismos.

Interés
Se le despierta la curiosidad sobre el mundo cuando se encuentra con algo nuevo y siente que lo puede explorar sin peligro. Ya sea leer artículos interesantes sobre su tema favorito, o conocer una colonia nueva en su ciudad, el interés le invita a explorar y aprender para saber más.

Diversión
Desde el talento refinado hasta el carácter alegre, la diversión es la emoción vinculada a la risa. Los psicólogos hablan del “incongruencias sociales leves” como la fuente de nuestro humor,  cuando identificamos un evento que detona nuestro humor, cuando percibimos simultáneamente un hecho desde dos perspectivas diferentes, incluso incompatibles (piense en su juego de palabras favorito). Pero sea lo que sea que le haga carcajearse, cuando lo hace en compañía siente que los lazos con las otras personas se robustecen.

Esperanza
La esperanza es la emoción positiva que siente al contemplar un futuro más luminoso, y muy frecuentemente le ayuda en los tiempos difíciles. Aunque puede acompañarse por algo de miedo y tristeza, la esperanza le impulsa a avanzar para crear un mejor mañana manteniendo su optimismo y capacidad de adaptación.

Inspiración
Cuando vemos que otra persona actúa con base en sus mejores intereses, nos inspira a luchar por nuestro propio bien. Ya sea que presencie usted un acto de alto valor moral, o un acto de gran excelencia y maestría, la inspiración le ayuda a conectarse con la grandeza de los demás para engrandecerse usted.

Admiración
Cuando algo es realmente admirable, le atrae y le provoca un sentimiento de conexión con algo más grande que usted. La bondad o la belleza grandiosas, como ver el cielo estrellado o escuchar la risa de unniño, puede llegar a detener sus pasos por respeto ante tal maravilla. La admiración transforma su visión del mundo y del lugar que usted ocupa en él.

Amor
Frederickson define el amor, la emoción positiva que sentimos más frecuentemente, como la experiencia compartida de cualquiera de las emociones positivas antedichas en compañía de una persona importante para usted. Esos momentos le permiten conocer más profundamente a esa persona y enfocarse en su bienestar. Cuando esa relación cercana dura, tales momentos forjan la intimidad y la confianza.

¿Cuál de estas emociones siente usted menos frecuentemente en su vida? Elija una. Y durante una semana o dos, concéntrese en crear momentos especiales para sentirla. Disfrutará de una nueva dimensión de la felicidad.

Trad.: Alfonso López Collada   / COLUMNAS, EN NIVEL BANQUETA  / www.elarsenal.net