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Opinión

Arena suelta – Por Tayde González Arias

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Lo bueno y lo malo de la vida es tan subjetivo como lo conveniente que resulta alguien o algo para cada uno de nosotros. Cada día tiene su encanto aun los más nublados o aquellos nevados que han dejado cifras muy altas de dolientes de la muerte por tristeza en países del polo norte; lo que es bueno por el calor de la playa ha de ser malo por lo sabroso o disfrute total del frio de la montaña, hay palabras con todo y su concepto que son aceptadas y otras que se rechazan por la ofensa de su significado.

Amar es un sentimiento que es cercano (se supone) al sexo o  a la práctica de él, el primero es todo aceptado y el segundo muchas veces censurado o controlado; dos palabras que son arena suelta en las mentes sobre todo en aquellas encapotadas, como si no fueras producto del acto mismo en conciencia o sin ella. Temas como el sexo, la preferencia, la región o es más en algún momento seleccionar entre azul o rosa para vestir son elecciones y prácticas que deben ser aprobados y en los peores de los casos suprimidos. Imagine usted una vida eterna de niñez en cuya libertad limitada le tengan que decir como caminar (sin arrastrar los pies), no usar rosa (si es varón), no trabajar en otra cosa que no sea en lo que toda la familia ha dedicado su tradicional laboral, eso puede ser aplaudido, aceptado y puesto en práctica si se desea ¿pero si no es así? Entonces no debemos ser objeto de la decisión de otros y existe el derecho de elegir lo que deseamos y queremos con nosotros, en todo el sentir de esa palabra (nosotros), la nosotriedad es la capacidad de alejarse del temor, del regaño o del señalamiento es en sí no vivir controlados y evitar censurarnos a nosotros mismos y a los demás.

Lo contrario a la dominación ajena o al juicio del otro, así como la reprobación de una forma de vivir en la que no se vive cómoda, es la libertad; que es la roca, y que una vez lanzada nadie podrá volverla, por el contrario vivir temeroso  o a expensas de la comprobación u oprimido, es vivir encadenado, la meditación debe ser la de un hombre o una mujer de tal inteligencia que reconozca la importancia de ser libre y sentar el precedente de independencia y autonomía.

Las relaciones personales están descritas en las competencias para la vida como de goce y disfrute, como democráticas, libres, de libre albedrío, de elección de lo que resulte sea bueno, regular o malo, la idea de acabar con ataduras que vayan en contra de la felicidad  (antes de una pena jurídica)  dependen totalmente de uno mismo, de evitar o huir de quienes desean controlar cualquier cosa tuya o de que de ti nace, dejar de ser sujetos que censuran así como alejarse de quienes lo hacen con uno mismo, es comprar un boleto en primera y línea de lujo a la felicidad inmediata y seguramente futura.

No puede haber algo bueno en las palabras control y censura, no al menos favorable a las sonrisas honestas y las miradas felices.  La lucha es continua y es interna, ser consientes  nos hará libres y alejados de atadura alguna, vivir o hacer como que vivimos engañándonos y estar bajo algún yugo o sobre un dedo acusador es una decisión personal y bien medida la razón y medida la calma lo que resta es apretarse el cinturón y fajarse el alma. 

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