Opinión
Ayotzinapa: piedra fundacional de la paz social
Estoy seguro que si los 43 normalistas pudieran hoy decir algo, comunicar algo a sus familiares y seres queridos, y a México en general, sus palabras hablarían sin duda a favor de la paz, de la no violencia, de la construcción de la paz a través del diálogo. En ningún momento pienso que estos mexicanos hoy emblemáticos incitarían a mayor violencia, habiendo sido víctimas de la misma.
En cambio, también hablarían de justicia, de paz y de justicia, y ambas exigencias pasan por el empoderamiento ciudadano y el diálogo.
La desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa es tan grave -para la democracia, para la seguridad, para las familias, para la ética, para el estado de derecho, para la educación, para el país, para los gobiernos, para todo-, que aún con la salida del gobernador Ángel Aguirre, y la llegada del académico Rogelio Ortega Martínez, ex secretario general de la Universidad Autónoma de Guerrero, todo parece exactamente igual.
Esta medida es sólo un avance de un centímetro en el largo camino a la paz en toda la Nación, un sueño que muchos aún anhelamos, y que no puede construirse con vandalismo y desmanes.
México por desgracia ha venido descomponiéndose cada vez más en términos de seguridad en estos años, y es increíble que podamos vivir y seguir adelante ante eventos criminales diversos pero igualmente graves, y que lesionan de manera perdurable la vida de las familias mexicanas, a las que en todo momento debemos tener como prioridad, a las que en todo momento el Estado debe proteger, por las que en todo momento las autoridades y los representantes populares deben ver.
La verdad es que el infierno de la inseguridad en México dista mucho de haber iniciado con la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa. Si en un país existen las condiciones para que unos policías municipales, instruídos por sus superiores o no, arrebaten a cuatro decenas de estudiantes de las calles y los desaparezcan, es que el caldo de cultivo del crimen hervía desde mucho antes y no sólo al interior de esa podrida institución.
Como siempre, los remedios en este país ante casos de gravedad nacional extrema, como lo es el de Ayotzinapa, sirven sólo para los reflectores. Ahí están las fotografías de Rogelio Ortega, el nuevo gobernador de Guerrero, son una sonrisa de lado a lado, celebrando su encumbramiento, como si hubiera sido elegido por todo el pueblo en las urnas, como si hubiera algo qué celebrar.
Ortega no tiene nada qué celebrar y ya desde el primer momento en que sonreía desproporcionadamente al ser nombrado, mostraba su falta de conciencia ante la seriedad de lo que debe resolver, que no es cosa sencilla: encontrar, por supuesto, a los normalistas, que es lo principal, pero no es lo único.
Debe encontrar por igual a todos los responsables intelectuales y materiales de este episodio funesto en las páginas de la vida nacional.
Y debe, claro está, garantizar la seguridad de todos los guerrerenses, para lo cual se necesita una preparación eficaz para los policías, lo cual no es cosa de un día, pero que también pasa justamente por la educación, y por las familias, por la unidad de las familias, para ser más exactos.
En Guerrero se necesita, pero no sólo ahí, sino en todo el país, un nuevo modelo de convivencia ciudadana, entre los ciudadanos mismos, al interior de las escuelas de todos los niveles, al interior de todas las instituciones, y por supuesto, entre los ciudadanos y sus representantes, entre los ciudadanos y las autoridades. Todo lo cual requiere altas dosis de voluntad política y de participación social. Requiere de sumar, no de restar.
El diálogo es la clave para la construcción de la paz social. Siempre lo ha sido, lo sabemos. La construcción de la paz en México ha estado viciada, en ese sentido, por discusiones bizantinas entre los diferentes colores partidistas, que a la hora de las elecciones se agrupan en torno de algún liderazgo que les resulte más redituable.
Una actitud abierta al diálogo es lo que México necesita en este momento para construir su destino de paz. Dicho de otra manera, ese diálogo nacional implica el empoderamiento ciudadano, el poder de la gente, el poder de los ciudadanos, el poder de las familias, el poder que es emanado desde abajo, desde las bases.
Debemos ser mucho más exigentes con nuestros representantes populares y debemos exigir de ellos cercanía y que escuchen antes tomar decisiones.
El diálogo debe tener como base la ética social y la ética política, donde no es admisible de ninguna manera que instrumentos del Estado como las policías, en cualquier nivel de gobierno, sirvan al crimen organizado, no importando cuánto dinero les ofrezcan.
Ya no estamos en las épocas de los caudillos, y bien sabemos que no habrá una persona, un liderazgo que “salve” al país de su grave situación actual. La solución es que nadie sea indiferente al dolor ajeno, que todos podamos sumar y participar, exigir, pero sobre todo dialogar. No hay más camino para nuestra incipiente democracia salpicada de sangre, que el camino de la unificación ciudadana a través del diálogo honesto y ético.
De esta forma, Ayotzinapa debería recordarnos para siempre que lo ahí ocurrido no debe ser la base para una revolución armada que busque saciar la sed de venganza, sino que debe ser la plataforma para la construcción definitiva y duradera de la paz social, que tanto anhelamos, que tanto deseamos todos, y que de esta manera, todo el sufrimiento y el dolor del país, sea útil para el bien de nuestros hijos y de las próximas generaciones, y no quede todo en sólo un recuerdo terrible, sino que sea la piedra fundacional de la paz social.
Por Raúl Tortolero / HOY TE RECOMENDAMOS LEER: /elarsenal.net
-
Zitácuaro3 días agoCoro infantil Scherzino realiza concierto navideño en Zitácuaro
-
Zitácuaro21 horas agoProyectan creación de 1,500 empleos por construcción de nuevo hospital en Zitácuaro
-
Zitácuaro24 horas agoZitácuaro liquida aguinaldos y programa pagos a proveedores para diciembre
-
Zitácuaro22 horas agoMunicipio de Zitácuaro eliminará multas de tránsito y presentará nueva estrategia de movilidad
-
Política2 días agoOctavio Ocampo destaca consolidación del partido en 2025 y anuncia planes para 2026
-
Regionales2 días agoPablo Varona Estrada corona a Yamilete Servín Estrada como reina de la Expo Feria Huetamo 2025
-
Michoacán22 horas agoSSM advierte sobre riesgos por uso de pirotecnia en Michoacán
-
Zitácuaro23 horas agoZitácuaro celebra el 50 aniversario del Auditorio Municipal con la develación de placas conmemorativas


