Contra el populismo educativo de AMLO-MORENA

Con la estridencia típica de las fiestas infantiles y de los programas religiosos del estilo Pare de Sufrir, los integrantes y simpatizantes de MORENA han festejado, desde mediados de febrero del presente año, la apertura de sus centros de educación superior (también llamados “peje-universidades”). Se trata de ocho escuelas, para un total de 80 profesores y 600 alumnos.

Se trata, como ustedes saben, de la estrategia publicitaria y electorera que ha asumido MORENA para tratar de posicionarse antes las masas de votantes como un partido político “preocupado” por los muchachos que no logran ingresar a los centros tradicionales de educación superior, como la UNAM, el IPN y la UAM. Los “rechazados” lo son por distintos motivos: por su mala formación académica, por el cupo habitualmente reducido o por su desfavorable posición dentro del orden de prelación.

Aprovechándose de la angustia, la depresión y la desesperanza de los rechazados y de sus familias, el partido-secta de MORENA ha abierto “espacios alternativos”, con la promesa de abrir más y más y más, hasta que ningún joven se quede sin acceder a la educación superior. La oferta, claro está, suena muy tentadora, sobre todo entre las masas acríticas que se inclinan a creer en soluciones inmediatas y mágicas; entre las masas desesperadas para las cuales no existe la visión de largo plazo, ni el principio económico de escasez, ni la noción de suficiencia presupuestaria.

MORENA se dio a la tarea de crear asociaciones civiles que, tras recibir los generosos donativos que los políticos pejistas deben aportar para gloria de su señor, han fundado escuelas de estudios superiores. Y, como resultaba esperable, muchas de ellas abrieron sus puertas en condiciones mínimas de operación, esperando la eventual aprobación por parte de las autoridades educativas, así como su parasitaria inclusión en el presupuesto público.

La idea es “presumir”, en un año electoral para la capital del país, los “logros” y “compromisos” del partido-secta. La intención es conseguir efectismo mediático; ese mismo que tan reprensible le parece a AMLO-MORENA cuando de otras fuerzas políticas se trata. Para los morenistas resulta esencial presentarse como la “solución” a los grandes problemas nacionales.

Pero el retrogradismo populista de AMLO-MORENA en materia educativa queda exhibido por todos sus flancos:

Primero, porque sigue promoviendo los esquemas tradicionales y viejos de la educación. En plena expansión del ciberespacio y de la educación en línea, los pejistas le siguen apostando a la educación hecha de edificios de concreto, aulas numeradas, bancas, pizarras, horarios fijos, burocracia, biblioteca de papel, períodos lectivos, planta docente inestable (y “adoctrinante”, en este caso), onerosos traslados físicos del alumnado, etc. Esquemas que se hallan en crisis desde hace varios lustros en todo el mundo, por la escasez de recursos económicos y porque, por más que se expandan, jamás lograrán garantizar la plena cobertura.

Segundo, porque la oferta de carreras no se basa en un diagnóstico preciso y circunspecto acerca de las necesidades reales del mercado de las profesiones en los plazos mediano y largo, lo que fácilmente puede dejar a los egresados en las manos del desempleo, del subempleo y del empleo de mala calidad. Con las actuales universidades tenemos más que suficiente para activar el perverso juego social de posponer la entrada de los jóvenes al mundo laboral mal pagado y sin prestaciones. ¿Queremos más?

Tercero, porque sigue estimulando las carreras largas sin un esquema de vinculación eficaz con las necesidades y demandas del mercado laboral. Se privilegia el adoctrinamiento político y la formación de cuadros partidarios que, en el futuro inmediato, tenderán a convertirse en grupos socialmente parasitarios, ya que su contribución real a la riqueza nacional será minúscula o tangencial.

Cuarto, porque sigue los pasos de la ineficiente y socialmente costosa Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), también de fabricación pejista, por cierto. Este “modelo institucional” es un auténtico lastre para el sistema educativo capitalino porque estimula el “aletargamiento” y la “fosilización” del estudiantado, con altos costos para el erario público, para la sociedad y para las familias.

Quinto, porque representa un desperdicio de recursos, ya que éstos se invierten en sistemas educativos obsoletos en un mundo cada vez más globalizado, informatizado y digitalizado, con estándares mundiales insoslayables. El país que se quede fuera de esta ruta quedará cada vez más y más relegado dentro de la economía mundial.

En fin, muchos son los yerros inherentes a las instituciones de educación superior de AMLO-MORENA, a las que, dentro de su retrogradismo populista en materia educativa, al menos hay que reconocerles el hecho de que están impulsando carreras convencionales.

Les juro que yo pensé que iban a abrir carreras como las siguientes:

Licenciatura en Trova Cubana (con especialidad en Silvio Rodríguez).

Licenciatura en Ritos Prehispánicos (líneas: náhuatl y maya).

Licenciatura en Análisis del Discurso Pausado y Aburrido.

Licenciatura en Literatura de Paco Ignacio Taibo II.

Licenciatura en Filosofía (de la Liberación) Dusseldiana.

Licenciatura en Historia de la Mafia del Poder.

Licenciatura en Economía Colectivista (con especialidad en chavismo).

Licenciatura en Arte Pictográfico Antiglobalización.

Licenciatura en Cine Documental Mandokiano.

Licenciatura en Quiromancia (área: “Lo que diga mi dedito”).

AMLO y MORENA representan lo más retardatario de nuestra política nacional, no sólo por sus formas de hacer política, sino también por los contenidos de la misma.

Como AMLO siempre está mirándose el ombligo y rara vez mira lo que sucede fuera de sus mítines, no se ha dado cuenta de la forma en la cual se está moviendo el mundo.

AMLO no se está percatando de los alcances de la Revolución Informática que estamos viviendo, y, en consecuencia, mira con buenos ojos a la educación tradicional, que está herida de muerte por cara, ineficiente y restringida.

Poco a poco, y de manera indefectible, las plataformas virtuales para el aprendizaje en líneadesplazarán a nuestro modelo educativo hegemónico. Quizá hasta lo desaparezcan de manera definitiva en unas cuantas décadas.

La educación en línea hará posible, por primera vez en la historia de la humanidad, el sueño de losenciclopedistas franceses: hacer llegar la educación a todos los seres humanos con la misma calidad. Lo demás dependerá de cada individuo.

Los países que, a través del Internet, logren ampliar la cobertura educativa hasta hacerla total y de calidad homogénea, estarán mejor habilitados para enfrentar el futuro, que será informático de principio a fin.

La inversión, pues, no debe orientarse a edificios de concreto, burocracia grisácea y libros de papel, sino ainfraestructura en telecomunicaciones, aulas virtuales, plataformas de aprendizaje y bibliotecas digitales.

AMLO-MORENA siguen haciendo gala de su populismo que, en este caso, también viene afectado por el retrogradismo.

Lo peor de todo esto, es que, en el juego de la disputa por el poder político, las otras fuerza partidarias,especialmente el PRI, el PAN y el PRD, también están cometiendo el mismo error. No en las proporciones pejistas, claro está, pero sí con los suficientes bríos como para preocuparnos en tanto país.

Nuestra educación, en lo general, tiene graves deficiencias, pero puede ser peor.

POR CARLOS ARTURO BAÑOS LEMOINE / Profesor UAM-Xochimilco y UPN-Ajusco / CIUDADANO CERO / elarsenal.net