¿Detuvieron al Chapo?

Todo un verdadero relajo resultó la detención de Joaquín Guzmán Loera “El Chapo” Guzmán, el sábado pasado. Como siempre, fue un medio internacional y un funcionario de los Estados Unidos, los que confirmaron la noticia.

Nuevamente la Marina-Armada de México da un fuerte golpe al crimen organizado; sin embargo hay varias dudas de su captura, dudas que generan más dudas sobre la verdad de la captura.

Lo raro en esta detención es que siendo uno de los criminales más buscados y teniendo un cuerpo de seguridad compuesto de 70 ex militares de Colombia, Guatemala y México con un coronel de infantería, no hubo ni un disparo.

De acuerdo con la información con la que contaba inteligencia naval, este grupo de protección se dividía con 50 integrantes como un escudo para repeler los ataques de las autoridades o sicarios de cárteles contrarios; los 20 restantes eran los encargados de la vida de “El Chapo”.

Este segundo grupo se desplazaba en camionetas blindadas nivel 7, una con un sofisticado equipo de radiocomunicación que tenía contacto directo con un helicóptero que siempre utilizó el narcotraficante para escapar de sus detenciones y trasladarlo a otro estado en cuestión de minutos.

Esta logística le ayudó al líder del cártel del Pacífico a escapar de dos detenciones en el país y en Guatemala de manos de sus enemigos, por eso es rara la detención “sin un disparo” del delincuente más buscado por el gobierno de Estados Unidos, México y otros más.

Se rumora que la manera en que fue detenido, es por una traición de alguien muy cercano que quiere tener el control de uno de los grandes cárteles mexicanos, quizá no sea muy descabellada esta teoría de la conspiración.

Algo que también llama la atención es su perfil criminológico elaborado por peritos de la Procuraduría General de la República, donde se destaca “una alta capacidad de reacción con raciocinio. Se considera una persona estable emocionalmente”

“Es considerado un individuo de alta peligrosidad, que define claramente sus metas y la forma de alcanzarlas, utilizando sus habilidades de planeación, organización, negociación y proyección al futuro; siendo él mismo responsable directo de la planeación y seguimiento de sus acciones para concretar exitosamente sus objetivos”.

Guzmán Loera, “tiene necesidad de liderazgo, controla de manera adecuada su entorno, es obsesivo pero mesurado durante sus actos vindicativos, que son orientados al fortalecimiento de la estructura”.

Según el análisis de la PGR, “El Chapo” Guzmán “es seductor, en apariencia espléndido y protector, genera círculos de confianza, garantiza el éxito de la estructura mediante la identificación y permanencia del grupo”.

Sin embargo, “no es indulgente con sus detractores y no vacila en romper alianzas; este factor pasa desapercibido entre su círculo principal por las muestras de solidaridad que tiene con ellos; infundiendo al mismo tiempo al resto del grupo temor reverencial”.

Agrega que “una de sus fortalezas es la tolerancia a la frustración, por lo que la venganza no es un hecho que ejecute con la inmediatez de una persona impulsiva, su respuesta es calculada, pero insistente, su visión es dañar a su adversario utilizando sus debilidades para producir el mayor daño posible”.

Con estos antecedentes es cuestionable la detención del enemigo público número uno de Estados Unidos;quizá la captura sea derivada de una traición por dos motivos. La diabetes que le afecta la salud ya no le permitía operatividad o sería que ya estorbaba a la organización criminal por ser el más buscado y ponía el riesgo de la empresa multinacional del crimen, todo es cuestionable ahora.

por Andy Novell F.  / elarsenal.net