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Opinión

El futuro de Beltrones

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Poco pudo hacer Emilio Gamboa Patrón para evitar que los senadores panistas y perredistas que hace un año se habían rebelado contra sus dirigencias por su exclusión del Pacto por México, se cobraran esas y otras afrentas en la definición de las leyes reglamentarias de las reformas estructurales.

Y menos margen de maniobra tuvo el coordinador de la mayoría priista en el Senado de la República, cuando los representantes del gobierno federal –léase Humberto Castillejos y Felipe Solís Acero– se levantaron de la mesa de negociaciones de la reforma político-electoral.

Plagado de amagos y berrinches, el proceso definidor de las reformas peñistas quedó atrapado por las disputas intra-panistas. Para muestra, dos botones: la noche del pasado jueves 24, el coordinador de la bancada blanquiazul en la Cámara de Diputados, Luis Alberto Villarreal, ocupaba un asiento en primera clase, en el vuelo de 2074 de Aeroméxico, con destino a La Paz, Baja California Sur. Y al día siguiente, el líder de los senadores panistas, Jorge Luis Preciado, acataba las instrucciones maderistas e instruía a su bancada a no avalar ninguna de las reformas. Eso explica que los legisladores panistas hayan presentado tantas reservas y observaciones a las leyes secundarias de la reforma político-electoral.  “Si el pasado fin de semana aprobamos ese paquete”, confiesa un senador panista, “se les acaban las fichas de negociación”. Y así, irremediablemente, la viabilidad del proyecto reformador del peñismo quedó en manos de Manlio Fabio Beltrones.

Con la mira puesta en la presidencia nacional del PRI, el coordinador de la mayoría en la Cámara de Diputados tendrá su primera prueba en la definición del paquete legislativo que buscan –de acuerdo con la terminología de panistas y perredistas– democratizar al régimen político y materializar la rendición de cuentas.

En la ruta crítica de las reformas estructurales, el equipo beltronista prefiguró dos planes, con los escenarios viables. En primera instancia –como aparentemente ocurrirá– a San Lázaro llegaría la minuta en materia electoral, que enviaría el Senado de la República tras del cierre de la última sesión del periodo ordinario de sesiones y la instalación de la Comisión Permanente.

El feriado por el Día del Trabajo serviría para abrir un espacio de negociación y acelerar los trabajos técnicos que permitirían a la Comisión de Gobernación de la Cámara Baja, que preside el priista Alejandro Moreno, preparar el dictamen definitivo para que el martes 6 de mayo, los integrantes de la Junta de Coordinación Política, que encabeza el perredista Silvano Aureoles Conejo, tuvieran elementos suficientes para acordar la solicitud a un periodo extraordinario.

Y el miércoles 7, en la nueva sede de la Cámara Alta, sesionarían los diputados y senadores integrantes de la Permanente, cuyos integrantes desahogarían los pendientes y citarían a un periodo extraordinario –para el jueves 8 y el viernes 9– que tendría como único punto concretar la reforma electoral.

Ese era el “Plan A”. El escenario más complejo incluía que en el Senado de la República también hubiera quedado resuelta la minuta de la Ley Reglamentaria en materia de telecomunicaciones. Si ese escenario se hubiera materializado, durante el fin de semana además habrían trabajado los integrantes de las comisiones de Comunicaciones y de Radio, que preside el priista Héctor Gutiérrez de la Garza, y de Radio y Televisión, a cargo del pevemista Federico José González-Luna Bueno.

La evidencia disponible apunta a que antes del 15 de mayo solamente podrá estar lista la reforma político-electoral. Y que el gobierno federal esperaría hasta después de que se decrete al ganador de la contienda por la dirigencia nacional del PAN, para convocar a un segundo periodo extraordinario de sesiones en el que se resolvería la reforma en telecomunicaciones.

Y hasta junio, la reforma energética.

EFECTOS SECUNDARIOS

INCIERTOS. Entrampada por las disputas partidistas y objeto de canje entre las fuerzas políticas y el gobierno federal, la elección de los integrantes del nuevo IFAI pende de un hilo. El PAN, con sus tácticas dilatorias, ahora clama porque el PRI renuncie a su exigencia de proponer a tres de los siete comisionados y condiciona su voto a que haya por lo menos tres mujeres en ese órgano. Si la Junta de Coordinación Política avala el dictamen de las comisiones unidas, el Pleno votaría por separado y con cédula por cada uno de los candidatos, que necesitarían de 87 votos para obtener la posición. Más de uno podrían caerse. En ese contexto, ayer la Comisión de Energía seleccionó a Juan Carlos Zepeda Molina como titular de la Comisión Nacional de Hidrocarburos, para los próximos cinco años.

Más en serio que en broma, el presidente de esta instancia legislativa David Penchyna Grub, destacó que es una buena noticia que los legisladores no estén decidiendo perfiles de carácter político, sino de carácter técnico especializado para dirigir la CNH. ¡Órale!

RELEVOS. Después de la estancia del presidente Enrique Peña Nieto en el nuevo Hospital General de Zona del IMSS que se construyó en Culiacán, Sinaloa, y ante la proximidad de la inauguración de una nueva unidad médica en Nogales, Sonora, pocos pendientes quedan en las cargas de trabajo del doctor Javier Dávila Torres, quien será separado de la dirección de prestaciones médicas de la institución que encabeza José Antonio González Anaya.

Por: Alberto Aguirre M. / Correo electrónico: aam@mexico.com / elarsenal.net

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