¡El sexenio de la resistencia!

¿En dónde estamos parados en la actualidad en México? La respuesta puede ser variable, tal vez en un polvorín de resistencia y encono social o en un polvorín lleno de inseguridad por el crimen organizado que sigue actuando, pero ya no se informa por orden presidencial.

Ya han transcurrido seis meses de actual gobierno y no se ven cambios sustanciales en el país, al contrario se ha dado un giro de 360 grados al viejo régimen, un pasado dinosaurio de silencio gubernamental y pactos entre gobiernos locales y mafias.

Sin temor a equivocarme puedo asegurar que este sexenio será el sexenio de la resistencia, una resistencia que se dio a conocer desde horas antes y después de la toma de gobierno. No habían transcurrido las primeras horas del actual gobierno y en las redes sociales se reflejaba el rechazo y la resistencia al gobierno entrante.

En ese mismo día, para precisar el primero de diciembre, surgen nuevos grupos guerrilleros, denominados “Resistencia Saltillo” y “Comando Jaramillista Morelense 23 de Mayo”.

Una semana después despierta uno de los grupos subversivos más “extremos” del país, El Ejército Popular Revolucionario (EPR) a través de un comunicado, como es su costumbre, días después el Ejército Zapatista en Chiapas moviliza cientos de personas para llamar la atención de todo México y decir que aún están vigentes.

Todo esto no es casualidad aunque algunos digan que es planeado o es una estrategia para desacreditar la administración peñista, lo cierto es que algo grande se cocina desde la clandestinidad.

Ejemplos, las tomas de instalaciones de escuelas de la UNAM y Normales superiores de Michoacán y Guerrero; además del surgimiento de comunidades armadas, bajo el pretexto de la seguridad.

Comunidades en los estados antes mencionados con antecedentes de formadores ideológicos de grupos subversivos; comunidades que se entrenan con armas de grueso calibre.

Hace un par de días en Tabasco surge un grupo subversivo autodenominado “El Pueblo Unido Contra la Delincuencia” (PUCD), que a través de un video en la red exigió al gobernador, Arturo Núñez, acabar con la corrupción que impera en su administración y llamó a “limpiar la casa” y voltear a ver al pueblo.

Casualmente este nuevo grupo de al menos 30 individuos vestidos con prendas militares y con armas de fuego de grueso calibre, surge en Tabasco, tierra natal de un político con tintes de dictador enfermo de poder.

Dicen que en esta vida no hay casualidades, por ello no creo que el surgimiento de distintos grupos armados sea de manera espontánea, todo está bajo un esquema trabajado, pensado, diseñado para un sexenio de resistencia.

Sino dígame usted, cuánto genera de gastos la creación de estos grupos, la compra de armamento, vestimenta, traslado. Recursos que hasta el momento nadie aclara de donde surgen; en el caso del grupo “El Pueblo Unido Contra la Delincuencia” (PUCD), tiene todos los tintes y accionar de la Familia Michoacana que surgió supuestamente para luchar contra los delincuentes, al final era una organización criminal más en la radiografía del crimen organizado en México.

Es un hecho estamos en la antesala del sexenio de la resistencia, un sexenio de silencio gubernamental y de surgimiento de grupos armados que en un momento dejarán los comunicados escritos y leídos en las redes sociales e internet, para dar pie a una estrategia de desestabilización nacional, sólo hay que esperar.

Por: Andy Novell F. / elarsenal.net