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Opinión

EPN: un año desperdiciado

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Este 1º de diciembre se cumplió el primer año de gobierno de Enrique Peña Nieto y no vemos resultados positivos para la ciudadanía. Por ejemplo, la economía familiar no puede verse beneficiada si se registró un crecimiento de sólo un 0.84% en el tercer trimestre del año, según estadísticas basadas en los estudios más recientes del INEGI.

No son cifras nada alentadoras para nadie y aún en este contexto de incipiente recesión, fue que el gobierno federal y el PRI tuvieron la tóxica idea de proponer un paquete fiscal de miedo -y aprobarlo junto con el PRD-, de acuerdo con el cual suben los impuestos del 11 al 16% en la frontera, el transporte foráneo es gravado, igual que los vales de despensa, las bebidas azucaradas, los dulces y panes con cierta cantidad de azúcar, las gasolinas aumentan y el ISR sube de forma escalonada.

Por cierto, el dinamismo económico de este trimestre es el más bajo si lo comparamos con sus similares de años anteriores, ya que en el 2010 fue de 5.4%, en 2011 de 4.1%, en 2012 de 3.1 y ahora de sólo 1.3%.

La inflación en octubre de este año fue de 3.4%, lo cual no es ninguna buena noticia y mucho menos algo que pueda presumir Peña en su  síntesis de lo que ha hecho. Se trata de la tercera tasa más elevada de los países que conforman la OCDE. Asimismo, según los expertos hay productos en donde la inflación llega a niveles muy serios, como la gasolina, con un 11.76%, el limón, con un 16.22%, y el huevo, con un 9.44%.

El desempleo también ha aumentado bastante, si comparamos los primeros nueve meses del gobierno de Peña Nieto con el mismo periodo del gobierno de Felipe Calderón. Hoy tenemos un 5.02% de desempleo, mientras que el pasado sexenio tuvo un 3.76%. La población desocupada creció en agosto de este año hasta llegar a dos millones 700 mil personas.

Y si todo lo anterior es en el ramo económico, en el ámbito de la seguridad no nos está yendo mucho mejor con Peña Nieto. Hemos escrito anteriormente que este gobierno carece de una estrategia de seguridad para contener la expansión del crimen organizado.

La complacencia al no hacer nada aún cuando por ejemplo todos hemos visto publicada información relativa a hijos de muy conocidos capos del narco, en un sinfín de medios de comunicación, habla de falta de voluntad política, cuando no más bien de total falta de transparencia, corrupción y complicidad.

Todos hemos visto los viajes, mansiones, yates, avionetas, autos de súper lujo, excentricidades, mascotas prohibidas, relojes, ropa fina, plantíos, paquetes, en cuentas de redes sociales como Facebook y Twitter, atribuidas por diversos medios a los narcos y sus hijos. No se esconden. Al contrario, exhiben, presumen todo lo que tienen, su estilo de vida es promovido, presentado como positivo, como factor de desarrollo. Y el gobierno no mueve un dedo. Videos de líderes del crimen aparecen y nadie hace tampoco nada.

Y eso es apenas una minúscula parte del problema. Tampoco hay un ataque frontal al lavado de dinero, ni caen capos  grandes o de mediano pelo. Los sistemas de inteligencia tal vez estén actuando y recogiendo y articulando la información pertinente, pero ésta no conduce a nada en lo absoluto. O bien, no están funcionando los aparatos de inteligencia de las diversas dependencias federales, ya que como sea la ciudadanía no percibe resultados de ningún tipo.

Además, las autodefensas se expanden impunemente por cerca de una decena de estados del país, como si nada, sin que nadie las detenga, o acaso será con la anuencia de algunas autoridades. Pero que grupos del crimen organizado tengan tomados territorios y nadie haga nada, revela las semillas de un Estado fallido. No tardarán los criminales o las autodefensas en proclamar “territorios liberados” como en Colombia las FARC, y esos serán reinos del secuestro, como de la producción y acopio de drogas y tráfico de armas.

Y claro, eso no es todo. Los desastres económicos y laborales que causan algunas agrupaciones en muchos lugares del país con sus protestas, como las de los “maestros”, son el resultado de falta de diálogo, de poco nivel de control político y de demandas que tampoco han sido atendidas. Los cañeros y también otros campesinos también tienen mucho qué decir respecto a problemas sin resolver.

Pero regreso un momento para referirme a los secuestros. Según datos proporcionados por la CIDAC, en octubre de 2012, en la administración Calderón, hubo 347 plagios denunciados, mientras que el octubre de 2013, con Peña, ha habido 1425 plagios denunciados. Un aumento brutal. Quizá poco difundido, pero enorme.

Estados gobernados por el PRI son los que más secuestros han presentado entre enero y octubre de este año, como Tamaulipas con 168 y Estado de México con 161, seguido de Michoacán con 155. Guerrero, por cierto, ocupa el primero lugar, con 205 secuestros. Y Morelos registra 129.

Si las cosas siguen así en lo económico, tanto como en la seguridad, México estará tomando un camino con el PRI que debe ser corregido de inmediato en las urnas. 2015 será sin duda una gran oportunidad para tomar las riendas del país y no abandonarlo a las viejas mafias del PRI que nos están sumergiendo en una situación a la que jamás imaginamos regresar. Por lo pronto, 2013 ha sido un año desperdiciado y tóxico desde la óptica ciudadana.

Por: Raúl Tortolero /elarsenal.net

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