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Opinión

Esa diputada no la tiene ni Obama

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Es encantadora esa muletilla de AMLO: “Tal cosa no la tiene ni Obama”. Casi tanto como aquella de 2006 de “Sonríe, ya ganamos”, cuando había perdido la Presidencia contra Felipe Calderón. Y, como casi todo en AMLO, la coletilla sobre Obama lo alcanza todos los días.

Como ahora, que su jefa de bancada en la Cámara de Diputados, Rocío Nahle, derrocha 14 millones de pesos en papel, a pesar de que es la quinta fuerza en San Lázaro. Un gasto 13 veces superior a la bancada del PRI, que es la primera.

Del 1 de septiembre al 31 de diciembre de 2015, el grupo parlamentario de Morena usó nueve millones 180 mil 140.83 pesos por el vago concepto de “materiales de administración, emisión de documentos y artículos oficiales”, lo cual equivale a decir que vendió humo o que fabricó cometas.

En cambio, es más tangible el gasto de otros cinco millones de pesos, porque Rocío Nahle los dedicó a algo mencionado en sus reportes oficiales como “Materiales y artículos de construcción y remodelación”… y de ello sí hay registros visibles.

Sí, porque los gastó en remodelar un espacio de apenas 15 x 20 metros del recinto de San Lázaro, para convertirlo en unas confortabilísimas oficinas, para lo cual echaron abajo el piso, paredes y el plafón del techo y agregaron un “coffee break”.

Y como las oficinas de Rocío Nahle no las podía tener “ni Obama”, la jefa de bancada mandó ponerle iluminación decorativa en el techo como las de restaurantes y hoteles de lujo, con paredes de cristal y sistema eléctrico para alimentar pantallas espectaculares.

Pero la hipocresía es la marca de la casa morena. De modo que Rocío Nahle tuvo que mentir en su toma de posesión, al anunciar que su bandera sería la austeridad y su primera iniciativa fue la Ley de Austeridad Republicana para “limitar el derroche de recursos en el gobierno”.

Casi el mismo embuste de AMLO con su cantinela de “como lo decía Juárez, la justa medianía, no sueldos altísimos, no coches de lujo, no viajes al extranjero, esas fantocherías que nada más sirven para utilizar el dinero de todos en beneficio de unos cuantos”.

Sin embargo, confiscó 126 millones 416 mil 389 pesos a sus 36 diputados, 20 asambleístas, tres senadores y seis delegados sin quedar obligado a rendir cuentas sobre en qué los gastó, aunque en ese periodo viajó al extranjero, compró vehículos e hizo campaña presidencial adelantada.

Y, por supuesto, tampoco obligará a Rocío Nahle a transparentar el uso de recursos con los que adornó los pasillos de sus oficinas con costosísimos reflectores de baja intensidad.

No, porque tendría que decir que esas oficinas…

No las tiene ni Obama.

POR  / COLUMNASMESA REVUELTA / elarsenal.net

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