¿Hagamos una Revolución?

Resulta que distintas voces se proclaman en contra del gobierno de Enrique Peña Nieto e incluso piden su renuncia, esas voces son las que siempre se han manifestado contra el gobierno en turno, piden una renuncia sin leer el artículo 86 de la Constitución  Política de los Estados Unidos Mexicanos.

ARTICULO 86.

EL CARGO DE PRESIDENTE DE LA REPUBLICA SOLO ES RENUNCIABLE POR CAUSA GRAVE, QUE CALIFICARA EL CONGRESO DE LA UNION, ANTE EL QUE SE PRESENTARA LA RENUNCIA.

Esas voces gritan hasta desgarrarse las ropas “Revolución”, “Revolución”, gritan por gritar, sin tener antecedentes de lo que es una “Revolución”. Aclaro que no es necesario haber vivido una guerra interna para saber las consecuencias; es tan fácil leer, tomar un libro, bueno buscar en Google las consecuencias de una Revolución.

Actualmente un kilo de tortilla tiene un costo de entre 8 a 12 pesos, dependiendo de la zona. En caso de una “Revolución”, ese kilo de tortilla tendría un aumento considerable de hasta cinco o 10 veces más su costo.

Aquí es donde entra la lógica más sencilla, “Las cosechas se echaran a perder o serán robadas”, los que tienen sus bodegas llenas de maíz elevarían el grano a precios exorbitantes, cada grano de maíz valdría oro en este México de “Revolución”, así pasaría con todos los productos.

Para una “Revolución” se requiere de armas, líderes, sobre todo de personas que quieran engrosar las fila de los revolucionarios, en pocas palabras y en el buen español que todos conocemos, se necesitarán “cabronas y cabrones” que luchen contra Soldados, Marinos y Policías Federales, ese será uno problema.

Nadie querrá ir a ese movimiento social porque tendrían que dejar su celular, IPad, computadora, las largas charlas en el Starbucks de la esquina; tendrían que abandonar la comodidad y protección del escritorio, la cama, dispositivo móvil o internet.  Lo que es peor, en la “bola” o “tropas” tendrían que trabajar, ese seria el peor de los casos, el peor de los castigos.

Muchos se esos que piden una “Revolución” (son hijos de empleados o personas que tienen un oficio, yo soy hijo de una persona con un oficio) se desgarran las ropas y gritan a los cuatro vientos “muera el mal gobierno”, “abajo el capitalismo yanqui”, “viva el socialismo”, “viva la izquierda”, “mueran los pinches burgueses”, frases que no han cambiado del 68 a la fecha, frases trilladas.

Esos hijos de los que explotados, se molestan, encabrona o te acusan de infiltrado al cuestionarlos. La pregunta es ¿Acaso ese o esa mujer u hombre explotado, sabe si el hijo o los hijos por los que trabaja 12 horas al día no van a la escuela por andar luchando por una “Revolución”?

Hay un dicho en mi pueblo, barrio o zona donde resido, vivo o hábito “Esos chamacos nalgas meadas”, no saben de una responsabilidad, no trabajan, no mantienen un hogar, una familia o sencillamente no se parten el lomo trabajando para mantener a cabrones o cabronas que se la pasan gritando y jugando a la “Revolución”.

También están aquellos resentidos sociales mayores de edad edad que creen, piensan e incluso aseguran que sus fracasos personales, profesionales o sociales son culpa del “mal sistema de gobierno”, “del gobierno de ultraderecha”, del “gobierno opresor y manipulador de las masas”.

Incluso sus desgracias son consecuencia del “Pinche Presidente”, como si el “Pinche Presidente” les hubiera abierto las piernas para engendrar chamacos, como si el “Pinche Presidente” les haya dicho dejen de estudiar o estudia eso o lo otro, como si el “Pinche Presidente” actual les haya prometido desde hace muchos años que vivirían a toda madre.

Algunos gritan “Revolución”, “Revolución”, como si eso fuera a cambiar de inmediato la situación de un país; otros gritan “Golpe de Estado (dos cosas completamente distintas, el golpe de estado lo da el Ejército) que en México, nunca sucederá.

Esos que buscan cambiar el país, creo que les hace falta algo llamado visión, apertura y trabajo. Recuerdo que los padres de antaño siempre decían. “Quieres vivir bien, pues chingale más, trabaja más, ahorra y pórtate bien, porque en esta vida, nada es de gorra y todo cuesta”.

Conozco personas que han trabajado y estudiado para alcanzar sus metas; personas con un mínimo de estudios e incluso de primaria que lograron tener un negocio que les da una buena vida, la clave es trabajar, trabajar en lo que uno le gusta y no estar quejándose de todo.

Bien dicen otras voces, el problema de muchos se llama actitud, trabajan de lo que haya lo que los hace infelices. El problema de esos que quieren una “Revolución”, es que quieren todo sin esfuerzo, sin trabajo, ni constancia, esos que quieren una “Revolución” que les pregunten a sus padres o hijos si ellos quieren una “Revolución”, me imagino la respuesta.

Esos que quieren una “Revolución”, sabrán la consecuencia de la misma, tan solo vean el resultado de la Revolución Mexicana de 1910, un resultado que se vive en la actualidad.

¿Y tú quieres una Revolución?

POR RAÚL FLORES MARTÍNEZ / elarsenal.net