Ifetel: Le Cierra Espacios a la Simulación

Audaces e inesperadas medidas decretó el Instituto Federal de Telecomunicaciones (Ifetel) para incrementar la competencia tanto en la telefonía, dominada por Carlos Slim, como en televisión, dominada por Emilio Azcárraga. Audaces porque afronta dos de los mayores intereses económicos de México; sorpresivas, porque se creyó que el gobierno priísta no aplicaría medidas encaminadas hacia un cambio de fondo en telecomunicaciones, que sus propuestas de reforma quedaría en un mero discurso político.

Pero a unas cuantas horas de vencer el plazo decretado en la reforma constitucional del año pasado (antes del 9 de marzo), para que el Ifetel aplicara una serie de obligaciones, este instituto declaró como “agente económico preponderante” a Televisa en el área de televisión abierta y en telecomunicaciones al grupo conformado por América Móvil, y sus subsidiarias Telcel y Telmex, así como Grupo Carso y Grupo Financiero Inbursa.

PALO DADO, NI…

Lo más sobresaliente es que el Instituto ordena tanto a los implicados a compartir su infraestructura con sus competidores, desagregar su red y atender diversas medidas asimétricas en materia de interconexión, roaming y comercialización de servicios.

Aunque especialistas en el tema anticipan una ola de amparos contra las medidas del Ifetel, nada impedirá que cumpla lo dispuesto. Los amparos no detendrán las acciones contempladas en los dictámenes.

A groso modo, el efecto más visible para América Móvil es que quedará cerrado –o se retrasa– su acceso a la televisión; para Televisa, habrá una pérdida de participación de mercado ante la aparición de competidores.

LES AMARRAN LAS MANOS

En el terreno de los negocios, el formato o la forma como fueron declarados “agentes económicos preponderantes” evita –o vuelve difícil– una reestructuración simulada para sacudirse el dictamen; pero también, a

los implicados les cierra el camino para que compren o compitan por las concesiones de las dos nuevas cadenas de televisión abierta. Como el dictamen es por grupo, ni Slim ni Azcárraga, al menos en el papel, podrá maniobrar mediante alguna filial o club de inversionistas para “comprar” una nueva cadena de TV abierta.

Los comisionados del Ifetel informaron que hasta el primer trimestre de 2015, las empresas que ganen la licitación de dos cadenas de televisión abierta obtendrán sus títulos de concesión.

Tenemos la sensación de que las disposiciones del Ifetel no sólo fueron producto del cumplimiento de un mandato constitucional sino también una especie de declaración de autonomía, ya que sin contar con una ley reglamentaria y aún cuando no existes las tan mencionadas leyes secundarias de la reforma en telecomunicaciones, el Instituto hizo sus nominaciones.

MENOS ESPACIOS PARA SIMULACIONES

En el escenario político, el Ifetel le lanza señales al poder legislativo del camino a seguir en materia de leyes de telecomunicaciones, pero al mismo tiempo, reduce espacios de maniobra para que los ahora declarados agentes económicos preponderantes cabildeen y encaminen a los legisladores hacia dictámenes políticos de fachada, que simulen cambios para mantener las cosas iguales.

De arranque la aplicación de las medidas han dejado buenas sensaciones en analistas internacionales: que hay mayor seguridad jurídica y agilidad en los procedimientos, así como un menor grado de “litigiosidad” en torno a decisiones regulatorias.

Habrá un reto importante para los legisladores: descifrar el futuro de las telecomunicaciones para decretar leyes que efectivamente conviertan a México en un territorio atractivo para invertir y desarrollar las telecomunicaciones.

Por lo pronto, las medidas del Ifetel cambian el modelo de negocio de la televisión abierta y telefonía en el país. La obligación que tiene las empresas implicadas de compartir su infraestructura cambia por completo las reglas del mercado. Abre la cancha para la entrada de nuevos jugadores. Pero, ¿hasta qué punto habrá condiciones equitativas para una competencia que efectivamente estimule la inversión y el desarrollo de las telecomunicaciones? En esto, mucho tendrán que ver las leyes secundarias de la Reforma estructural en Telecomunicaciones.

UN DISEÑO EPN

Lo sorprendente de las decisiones del Ifetel, es su aplicación, porque las medidas ya las contemplaba el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, en su Iniciativa de Reforma Constitucional en materia de Telecomunicaciones. Por ejemplo, ahí se hablaba del fortalecimiento de la autonomía de los Órganos Reguladores para blindarlos tanto del juego político como de presiones externas. Además, para evitar la aplicación de resoluciones, entre otras cosas, se reformó a la Ley sobre Amparo y se crearon tribunales especializados en materia de telecomunicaciones y radiodifusión.

También se habló, en la iniciativa, de dotar a los órganos reguladores de suficientes herramientas para controlar a los actores dominantes del mercado, incentivar la consolidación de los operadores alternativos e incrementar la inversión.

Otros aspectos claves de la propuesta presidencia, fueron la eliminación o reducción de las barreras a la inversión extranjera en telecomunicaciones y radiodifusión; la reforma de las obligaciones “must-carry/must-offer”; y la licitación de dos nuevas cadenas de televisión abierta.

Para una mayoría de analistas, se trataba de un discurso político para ganar popularidad o de medidas que serían derrotadas por los jugadores dominantes en el sector de las telecomunicaciones. Aún hoy, lo dictado por el Ifetel genera comentarios cautelosos entre analistas de los medios de comunicación. Sobre todo porque es muy grande el poder y la influencia de los declarados agentes económico preponderante y hay el temor soterrado de los alcances de su respuesta.

Lo interesante, aún y cuando existe un largo camino por recorren en materia de apertura y mayor competencia en el área de telecomunicaciones, se ha dado un paso trascendental en esa dirección.

por Agustín Rodríguez Trejo / elarsenal.net