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Opinión

Infraestructura y estabilidad, el sello de Bedolla

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PUNTO DE INFLEXIÓN

Jaime Márquez

El próximo primero de octubre se cumplen dos años de Alfredo Ramírez Bedolla al frente de la administración estatal y, tal como lo marca la ley, debe presentarse un informe sobre el estado general que guarda la administración pública.

Es ante el poder fiscalizador, que en este caso es el Congreso del Estado de conformación variopinta y plural, en donde la fuerza política que gobierna en la entidad no tiene mayoría.

Los esfuerzos de dos años de gobierno se desplegaron en dos grandes rubros que tienen que ver con la estabilidad financiera y la gobernabilidad democrática, ejes de trabajo que posibilitaron que otras áreas pudiera dar resultados. La estabilidad social lograda, es la palanca que permite que que las fuerzas económicas retomen su cauce.

En esta aduana administrativa que es este corte de caja, se informa que se remontaron rezagos, ineficacias, apatías, intereses de grupo, confabulación para dañar la economía estatal y actos de corrupción, de tal forma que esos lastres sumados dejaron a la entidad en una situación de penuria económica y descomposición social. Se dejó de hacer lo urgente y lo importante en la administración anterior; por lo mismo, se acumularon problemas apremiantes de resolver.

Se estabilizó la entidad, en donde incluso en algunos lugares de Tierra Caliente no se podía transitar debido a que grupos criminales colocaron barricadas, para aislar y controlar territorios.

La situación financiera generó caos de tal forma que se acumularon adeudos con proveedores y maestros, los cuales causaron inestabilidad social.

A dos años, la situación ha cambiado, se lanzó un programa ambicioso de infraestructura por 12 mil millones de pesos, se les paga a los maestros de tiempo y completo, se construyen escuelas, y carreteras, se gestionaron tres hospitales del IMSS en Morelia, Uruapan y Zitácuaro, así como la construcción de hospitales en Maruata y Arantepakua.

La gestión para la ampliacióm de la autopista de Zirahuen a Cuatro Caminos, implica una inversión de 7 mil 700 millones de pesos.

Se lanzaron programas sociales propios para las mujeres con cáncer, familias cuidadoras de niños con cáncer, crédito a mujeres víctimas de violencia, un programa para hijos de jornaleros y el programa de reconstrucción de tejido social en las 100 colonias más conflictivas de la entidad.

En otras áreas destaca el esfuerzo inusitado para formalizar a 40 mil jornaleros y trabajadores de empaques de aguacate, con lo cual tendrán acceso a la seguridad social.

Los compromisos con el medio ambiente son claros, se incrementaron 15 mil hectáreas de áreas naturales protegidas, entre ellas del Cerro del Águila que abastece de agua al manantial de La Minzita. También se sanarán los manantiales aledaños al río Duero.

Sin duda alguna el balance es positivo a dos años de ejercicio gubernamental. Ya corre al segundo tercio de gobierno que es el de la consolidación de obras y acciones.

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