Instituto Politécnico Nacional: el Enemigo

La impresionante movilización estudiantil en el Instituto Politécnico Nacional, la semana pasada, ha convertido a los estudiantes politécnicos en la mejor opción para mejorar el estado crítico de la juventud mexicana. Y el ejército del “Nuevo PRI” los trata… como al enemigo.

El grupo de ancianos avaros que conforman la clase dominante de nuestro país, ha colocado a los jóvenes al final de las prioridades nacionales. Si es que acaso son prioridad. Por ello, si no presionan los jóvenes en grande a las autoridades, éstas nunca los escucharán.

Las discusiones sobre los planes de estudio y los reglamentos vigentes o anteriores, son la cara visible del conflicto. Pero hay una dimensión económica del problema estudiantil, que trataré de esbozar a continuación, pues muestra quiénes son los verdaderos enemigos de la juventud.

Diversas demandas han sido externadas por los politécnicos -en Radio Educación- tales como mejora y puesta al día de los laboratorios, fin al pago de cuotas “voluntarias”, así como distribución de libros y materiales de estudio gratuitos, etcétera. Pero éstas y otras demandas, surgen debido a un problema mayor, que afecta no sólo al IPN sino a todos los jóvenes de México: la falta de presupuesto para la Educación Pública.

A su vez, la falta de dinero y de otros recursos para los jóvenes, se inscribe en el proyecto económico de la clase dominante mexicana y sus técnicos, los “neoliberales”. Pues el proyecto educativo “anti-juventud” del neoliberalismo (verdadera fábrica de “Ninis”), lo han impulsado todos los gobiernos que en México se impusieron desde el sexenio de Carlos Salinas de Gortari.

El plan gubernamental contra los jóvenes es el siguiente. Los neoliberales sostienen que el Estado es “obeso”, por lo que la educación pública, estatal, debe contar según ellos cada vez con MENORES recursos, pues el gobierno busca el “adelgazamiento del Estado”. Ese es el origen del problema de los jóvenes mexicanos: la “Dieta neoliberal”.

Tienen un Plan B con aumento del gasto, para causar inflación y devaluaciones al estilo PRI…

Por lo tanto, el enemigo de los estudiantes del IPN, no es simplemente la directora del Instituto, Yoloxóchitl Bustamante, sino el gobierno federal de Enrique Peña en su conjunto, que es el que impide que ella o cualquier otro director del IPN cuente con los medios (dinero, circulante, papel moneda) para atender el fondo económico del problema.

Pero Bustamante sí encarna la Subcultura Priísta, lo que le hizo afirmar que “agentes externos” eran parte importante del movimiento de estudiantes politécnicos. Eso es básicamente lo mismo que los priístas dijeron de los estudiantes de la Universidad Iberoamericana y del movimiento #YoSoy132, durante la campaña presidencial. De hecho, en 1968 ese fue en esencia el mismo argumento de Gustavo Díaz Ordaz, el gorila mayor de los presidentes priístas –hasta el momento.

Digo que sólo “hasta el momento” Díaz Ordaz es el gorila mayor priísta, porque Peña está reeditando los métodos del viejo PRI, con el fusilamiento o crimen de Estado en junio de este año de 21 jóvenes en Tlatlaya, Estado de México -por cortesía del Ejército Mexicano.

Esto va en línea con la tradicional política delictuosa de los priístas, con sus genocidios (Guerra de los Cristeros, contra los católicos de México), sus asesinatos (2 de octubre), sus mujeres violadas (caso Atenco) y que ahora está convirtiendo a nuestro ejército en un Batallón de Asesinos, encubierto por las demás autoridades priístas…como en Tlatlaya.

Se denunciaron también por Noticias MVS, acosos a los estudiantes del Poli por los militares, rondines y seguimientos por gente del Colegio Militar. Ahora el ejército mexicano va a intimidar mexicanos ¡Gracias por ayudar! Ustedes los militares están para defender a la población, no para agredirla, pues no es su enemigo –se supone. Si lo hacen, aunque se los ordene el Presidente, cometen un delito. Le apuntan, con sus armas, al enemigo equivocado: su propio pueblo.

Por todo lo anterior, las demandas de los jóvenes politécnicos deben dirigirse no simplemente a Doña Yoloxóchitl y su pequeña corte, sino al propio gobierno de Enrique Peña. Pues éste último es el verdadero responsable de la situación del IPN y de la juventud de México, y es el único que tiene los recursos que los jóvenes necesitan.

Enrique Peña gobierna para la clase dominante (los narco-políticos del PRI, el ejército, los comerciantes de petróleo, Carlos Slim y similares) y a ellos les regala Peña los recursos del país. De esos beneficios están excluidos los jóvenes mexicanos en su absoluta mayoría. Mayoría a la cual a su vez desprecia Peña, a pesar de sus discursitos, como se pudo comprobar en la forma en que la propia hija de Peña nos arrojó sus insultos clasistas, en plena campaña presidencial: para la hija de Peña, nosotros, su propio pueblo, somos “La Prole”.

Así, vuelve Enrique Peña y su partido, de tenebrosa y triste historia, sucia, sangrienta, plena de asesinatos… y últimamente con manías de tipo político-sexual (?): el Partido Revolucionario Institucional (PRI) fue convertido por su propio Presidente en un verdadero Corral de Putas (con perdón de las señoras sexo-servidoras de tiempo completo), pues ese otro Presidente organizó un agencia de sexo-militantes en dicha pocilga, para servicios sexuales del mismísimo presidente del PRI…

Repito: SERVICIOS SEXUALES AL PRESIDENTE DEL PRI pagados por usted y yo, mi estimado… Nada más, nada menos.

Además del referido Batallón de Putas tolerado en su partido, Peña organizó un Batallón de Golpeadores, que aparecen cada vez que el pueblo de México protesta contra las políticas peñanietistas, como por ejemplo su nueva máquina de robar: el Aeropuerto. Los golpeadores de Peña han sido captados en fotografías, vistiendo camisas rojas –que recuerdan a los “camisas pardas” de los nazis- y golpeando a la gente a su alcance (*).

Por lo anterior, y antes de que Peña –o su empleado Miguel Mancera- manden aporrear a los estudiantes, deben formar éstos, cordones de seguridad en el perímetro de sus marchas, para evitar que lleguen intrusos o provocadores. El uso de los provocadores y espías del gobierno, puede entenderse en el texto “Lo que todo revolucionario debe saber sobre la represión”, de su autor Víctor Serge -disponible en la web.

Peña está impedido temporalmente para golpear y menos tirotear a un movimiento masivo como el Politécnico, pues eso provocaría que su partido pierda las próximas elecciones de 2015. Que es lo único que le interesa. De manera que los estudiantes politécnicos cuentan con un tiempo precioso desde ahora hasta esa fecha, para defenderse estos meses, de modo pacífico y democrático, del partido que sistemáticamente, durante la historia de México ha mandado golpear y matar a los jóvenes estudiantes mexicanos (el PRI). Es por su cauda de delitos, destacadamente las diversas matanzas estudiantiles de todos conocidas, que Peña y su partido el PRI son el enemigo histórico de los estudiantes de México.

Al mismo tiempo y desafortunadamente, los estudiantes politécnicos, por más numerosos que sean, son demasiado débiles para derrotar por sí mismos el proyecto económico del gobierno, que es el origen de fondo de sus problemas. El problema es mayor a sus fuerzas actuales, a mi parecer.

Por ello, lo mejor que pueden hacer los jóvenes politécnicos para modificar la política económica del gobierno –y resolver con ello sus propios problemas-, es en mi opinión ampliar y hacer más fuerte su movimiento. ¿Cómo? Extendiendo el movimiento de los politécnicos, uniéndose a todos los estudiantes del país.

Las extensas vías de comunicación de la capital, así como las redes sociales, facilitan el contacto entre los estudiantes de las Vocacionales, CECyT y las escuelas superiores del IPN, con los demás estudiantes de bachilleratos como los Colegios de Bachilleres, Colegios de Ciencias y Humanidades, Preparatorias, Conalep, UNAM, UAM y todas las escuelas de nivel universitario, incluyendo al movimiento antipeña #YoSoy132 de la Universidad Iberoamericana y el ITAM, así como los estudiantes de escuelas secundarias.

Todos ellos se han visto afectados por Peña, al menos por su Ley de Telecomunicaciones con los que puede espiar y geolocalizar a todo dispositivo móvil o “celular”.

Pero Unidos, los estudiantes sí pueden modificar la política económica, de telecomunicaciones y educativa, privatizadoras y militaristas, de Enrique Peña Nieto.

Lo primero que debe modificarse en la educación pública superior, son las cuotas. Los estudiantes del Instituto Polítécnico Nacional, así como de todas las escuelas públicas, deben dejar de pagar las cuotas que paguen hasta ahora. Estas deben reducirse a Cero y lo que se debe pagar por la educación pública en México debe ser la cantidad de $00.00 (CERO PESOS 00/!!! MONEDA NACIONAL). En eso debe consistir el carácter público de la educación: en que la educación pública sea gratuita.

Si el Ejército de Estudiantes logra unirse al Ejército de Ninis y a las organizaciones de estudiantes “rechazados” por diversas escuelas, pueden fácilmente derrotar a Peña, que solo cuenta con su Batallón de Putas, su Batallón de Golpeadores y su Batallón de Asesinos (caso Tlatlaya), pues como se sabe, un Ejército puede por su gran número, derrotar a un simple batallón…

¿Qué ocurriría si se unen el Ejército de Ninis con el Ejército de Estudiantes que ya se vio en el IPN? Se creará un ejército invencible, un ejército mexicano que no le dispare a su propio pueblo como a un enemigo –estilo Tlatlaya – sino un ejército que sí lo defienda, un ejército de jóvenes que sí ayude a su país…

Por todo lo anterior, creo que es justo reconocer que el verdadero enemigo del Politécnico, así como el enemigo de todos los estudiantes y los jóvenes de México, se llama Enrique Peña Nieto, que no puede con el puesto y está perdiendo el control del país, para su -y nuestra- desgracia. Además de que su partido, el Partido Revolucionario Institucional, es el enemigo número uno de los estudiantes en la historia de México.

Los estudiantes politécnicos podrían, además de proponer “NI UN VOTO AL PRI EN 2015”, solicitar el mecanismo pacífico, legal y democrático de la “REVOCACIÓN DEL MANDATO DE PEÑA NIETO”, una especie de consulta popular, con objeto de echar a Peña de la silla en la que aún se encuentra sentado, tomando en cuenta sus contraproducentes y/o nulos resultados.

por Ah Muán Iruegas / HOY TE RECOMENDAMOS LEER: / elarsenal.net