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Opinión

LA FORMALIDAD DE LAS EMPRESAS Y SU IMPACTO AL DERECHO HUMANO AL TRABAJO 

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Desde la academia 

LA FORMALIDAD DE LAS EMPRESAS Y SU IMPACTO AL DERECHO HUMANO AL TRABAJO 

Damián Arévalo Orozco

Entre las actividades cotidianas, fundamentales y además necesarias, está el trabajo, el cual es considerado un derecho humano. El trabajo permite obtener los satisfactores para la subsistencia; sin embargo, este trabajo debe ser lícito, conforme lo establecido en el Artículo 5o de nuestra Constitucional Política de los Estados Unidos Mexicanos al señalar: “A ninguna persona podrá impedirse que se dedique a la profesión, industria, comercio o trabajo que le acomode, siendo lícitos. El ejercicio de esta libertad sólo podrá vedarse por determinación judicial, cuando se ataquen los derechos de tercero, o por resolución gubernativa, dictada en los términos que marque la ley, cuando se ofendan los derechos de la sociedad. Nadie puede ser privado del producto de su trabajo, sino por resolución judicial.” 

Un trabajo lícito es aquel que permita la ley o que no contravenga la norma jurídica, aplica para la profesión, industria, comercio. Los beneficios de este son tanto para los patrones, propietarios e inversionistas, así como para los trabajadores en general ya que les permite el acceso a la seguridad social.  

Lo importante es que este trabajo, profesión o comercio, en todas sus facetas y la industria, se desarrolle en la formalidad para cumplir con todas las disposiciones legales que conceden derechos y obligaciones.  

Como ciudadanos, se puede realizar esta actividad cuando se pretende alcanzar un propósito como la producir bienes y servicios para satisfacer las necesidades de la sociedad. Y, desde luego, esto también implica el pago de impuestos que el Estado debe regresar en seguridad, justicia, educación, salud, etcétera. 

La base del desarrollo humano es el trabajo, pero debe ser un trabajo apegado a la ley que garantice el equilibrio entre el capital y la fuerza de trabajo. 

Al formalizar un trabajo, actividad o negocio se está sujetando al estado de derecho, tan cuestionado hoy en día, necesario para poder vivir en armonía social. Una informalidad lleva a otra, si se compra a los evasores de impuestos tal vez se obtenga el producto más barato, porque no paga contribución o se obtuvo de una forma ilegal, fomentando así el aumento de delitos. 

Una de las formas que más afectan los derechos de los trabajadores se derivan de los centros de trabajo que no están reconocidos por ley. El trabajo puede ser legal, pero si no se cumple con la normativa existente para el acceso a la seguridad social, se incurre en la violación de otras normas fiscales y laborales.  

Trabajar si, en el área de oportunidad que se presente, se busca la sustentabilidad del ambiente y se garantiza el derecho al trabajo, para así brindar seguridad económica y material, además de propiciar el acceso a otros derechos, como la alimentación, la educación, la salud o la vivienda. 

Se deben generar condiciones elementales para desarrollar su trabajo: en un ambiente digno, con el derecho a ser capacitado; en espacios con seguridad e higiene; trabajar un número de horas razonable; disfrutar de vacaciones y días festivos, así como permanecer o ascender en el trabajo sin ser excluido o despedido por circunstancias discriminatorias. De esta forma, México cumpliría con lo acordado en instrumentos internacionales, como la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, entre otros.  

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