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Opinión

LA UTILIDAD DE LAS ÁREAS NATURALES PROTEGIDAS. Una estrategia para para garantizar el derecho humano a un medio ambiente saludable

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Dr. Damián Arévalo Orozco

Las recientes temperaturas elevadas que vienen azotando a todo el país se han resentido gravemente, aunado a la escasez de las lluvias, motiva a la reflexión a toda la sociedad sobre lo que estamos haciendo con nuestro planeta en materia de cuidado del medio ambiente. 

En la Organización de las Naciones Unidas se discuten en los foros mundiales los problemas que aquejan a toda la humanidad sobre el cambio climático y se realizan declaraciones y pronunciamientos sobre como debemos atacar o mitigar estos efectos , pareciera que se hace a oídos sordos. El 28 de julio de 2022 la Asamblea General de la ONU declaró que todas las personas y en todas partes del mundo tienen derecho a un medio ambiente saludable. Para lograrlo, cada país debe tomar acciones inmediatas tendientes a contrarrestar el alarmante deterioro y declive de la naturaleza causado por el ser humano. 

Sin duda, se vive un momento crucial donde la crisis ambiental se reciente con el cambio climático, se observa como se ha ido perdiendo la biodiversidad en las distintas regiones del planeta por la explotación desmedida de los elementos naturales, causado por la deforestación, cambio de uso del suelo, los incendios provocados o no, la contaminación por el uso de combustibles de origen fósil derivados del petróleo  y la generación excesiva de residuos sin una recolección, traslado y depósitos en destinos finales adecuados.

Para cumplir con dicha declaración Naciones Unidas solicita a sus Estados Miembros, dentro de los cuales está nuestro país, para que redoblen esfuerzos en garantizar el acceso a un “medio ambiente limpio, saludable y sostenible”

México ya reconoce el derecho humano al medio ambiente en su Constitución, precisamente en el Artículo 4o, párrafo quinto, donde se establece: “Toda persona tiene derecho a un medio ambiente sano para su desarrollo y bienestar. El Estado garantizará el respeto a este derecho. El daño y deterioro ambiental generará responsabilidad para quien lo provoque en términos de lo dispuesto por la ley”.

Ahora bien, resulta importante conocer como el Gobierno de México da cumplimiento a la protección de este derecho humano. Como ejemplo, y que además es aplaudible, están las acciones que el Gobernador del estado de Michoacán, Mtro. Alfredo Ramírez Bedolla ha llevado a cabo al decretar áreas de protección ambiental. Se habla de 25 mil 233 hectáreas en lo que va de su administración, sumadas a las existentes para dar un total de 87 mil 651 hectáreas protegidas.

Las áreas naturales protegidas son espacio propicio para garantizar la conservación, restauración ambiental, evitar el cambio de uso del suelo y tener un control mayor y directo por parte del Estado sobre ellas. No es tarea sencilla, en estos momentos que han proliferado el cultivo de aguacate y otras especies nada amigables con el medio ambiente. El tener que conciliar intereses de los propietarios y poseedores de estas tierras de vocación selvática y boscosa, es todo un reto que se debe asumir como responsabilidad de una buena administración pública.

Debemos recordar, si bien el derecho humano al medio ambiente sano corresponde al Estado reconocerlo y garantizarlo, también cada uno de nosotros tiene la responsabilidad de generar conciencia para no impactar de manera negativa o dañina a la naturaleza. Es una responsabilidad compartida que debemos asumir. 

A la naturaleza debemos permitirle en espacio tiempo a que se regenere, ayudar a su cuidado y conservación y de forma decidida a su restauración. De no hacerlo así, las consecuencias las vamos a seguir padeciendo todos, sin excepción. La naturaleza no discrimina, y hasta quien no la hace la paga.

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