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Opinión

Las cartas sobre la mesa

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No hay plazo que no se cumpla. Tal como se había anunciado, se ha puesto en la agenda nacional dos temas importantes: la reforma política, que incluye la parte electoral y, la energética.

Ambos dan mucho de qué hablar, así que las próximas semanas estaremos viendo las diferentes posiciones y, aunque no son temas vinculantes, ni tampoco está supeditado uno al otro, si se estableció el orden, para inicialmente tratar lo concerniente al régimen político y electoral e inmediatamente después el tema energético, sin embargo, prácticamente ya comenzó el debate de los dos.

En relación a la materia energética, tanto el PRD, como el PAN, ya presentaron su postura por separado, solamente queda pendiente la posición del gobierno a la cual se sumara (sin duda alguna) el PRI. Las propuestas hasta ahora conocidas, se concentran en la transformación de Pemex. Existen elementos de coincidencia tanto, en los objetivos como en el diagnóstico, se busca la modernización de la paraestatal, también un cambio al régimen fiscal, con una tendencia que vaya despetrolizando el presupuesto y se obtenga mayor autonomía para la empresa. El dilema se encuentra en las profundas diferencias, particularmente en la participación del capital privado y, es ahí donde el gobierno y el PRI tendrán que definirse, ya que cualquiera de las posturas que adopte tiene su costo, además que el principal reto consiste en no caer en los discursos maniqueos, sino llevando una discusión de altura, con respeto y, transparente.

Si bien es cierto que en el tema energético, tanto el PRD como el PAN tienen grandes divergencias, en lo concerniente a la reforma política y electoral se localizan sólidos puntos de encuentro. Hace unos días senadores de ambos grupos, presentaron propuestas comunes, señalando que son para la democratización del régimen político y la rendición de cuentas. La suspicacia, producto de las experiencias, hacen de este rubro una prioridad, tanto por concluir el proceso de transición, que ya comienza a convertirse en una pesada carga, como por contar con un sistema electoral, que evite distorsiones y de certidumbre.

A propósito de ello, también está sobre la mesa la propuesta de Acción Nacional, de crear un organismo nacional que se encargue de organizar en el país todos los procesos electorales, estableciendo parámetros que permitan mejorar la fiscalización y conducir los procesos y etapas de las campañas.

Pues bien, ambos temas tienen abundantes contenidos para el debate, el intercambio de ideas se anticipa nutrido, de hecho no solamente se espera con ansias, es necesario para el país, ayuda a elevar la cultura y el desarrollo democrático, son temas que no pueden tomarse a la ligera, sino que es menester profundizar y hacerlo de forma exhaustiva.

Si algo tiene que celebrarse, es el hecho de que por fin se comienza a establecer una agenda nacional, con temas y fechas. En los años pasados, la regatearon y le sacaron la vuelta. Ahora es momento de definiciones, que cada quien ponga sus cartas sobre la mesa.

Por: Alejandro Zapata Perogordo / elarnseal.net

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