Las mujeres no están solas

PUNTO DE INFLEXIÓN

Las mujeres no están solas

Jaime Márquez

En los sótanos de los juzgados, en los vericuetos de los tribunales, con la ayuda de lagunas legales, tecnicismos y omisiones, en un océano de impunidad campea la corrupción tripulada por los jueces. Esos factores sumados se convirtieron en una muralla para el acceso a la justicia en casos graves de violencia contra las mujeres.

Desafortunadamente muchos homicidios contra mujeres se calificaban como dolosos, ahora pueden tipificarse como femicidios, con lo cual los agresores están contra las cuerdas para evadir los cargos y por consiguiente pueden ser sentenciados con penas mayores. 

Así a unos días de la conmemoración del 8 de marzo, conocido como Día Internacional de la Mujer, en la entidad se suman hechos graves de violencia contra las mujeres con su expresión más atroz en los feminicidios.

Por desgracia, las cifras crecerán temporalmente por efecto de la homologación del feminicidio con el Código Penal Federal, pero paralelamente; con ello, se podrá combatir la impunidad catalogando los delitos locales con más elementos y más precisión.  Ahora ya no se esconden los feminicidios ni se maquillan las cifras como en el pasado.

Con la nueva reforma ya se cuenta con el entramado jurídico legal para que los jueces sin subjetividades o interpretaciones sospechosas apliquen la ley a los violentos y; por lo mismo, ya no hay pretexto ni cabida para que se siga aceitando la corrupción con dinero.

A la par de las reformas legales se han lanzado programas estatales para contener y erradicar la violencia contra las mujeres en una entidad, que si bien, se lucha con determinación para eliminar ese flagelo, los resultados son variopintos, esto derivado de factores económicos, sociales, culturales y de presencia del crimen organizado.

Al igual que la extorsión, es baja la denuncia de la violencia contra las mujeres, sobre todo por el temor a las represalias por parte de la pareja, así como por la dependencia económica que padecen.

Por lo anterior, para prevenir la violencia y sus efectos, se lanzan campañas antiviolencia contra las mujeres como el denominado ¨Viajo segura¨, junto con otras medidas emergentes, tanto para sustraerlas del núcleo violento como para propiciar la independencia económica.

En los renglones referidos, además de la difusión, se trabaja en 4 ejes.  El primero es por medio del otorgamiento de créditos – del programa denominado Fuerza Mujer-, con el propósito de establecer negocios, los cuales se operan a través de Seimujer y Si Financia. Hasta el pasado 24 de febrero se otorgaron 1 mil 972 créditos por casi 289 millones de pesos en 70 municipios,  de los cuales 114 créditos  y 152 millones pesos se  aplicaron en municipios con Declaratoria de Alerta de  Género. 

También se lanzó un programa, en dos vertientes, para que 14 municipios que tienen esa Declaratoria accedan a 20 millones de pesos provenientes del Fortapaz. Además de capacitación, certificación y equipamiento de Módulos de Atención Inmediata (MAI),   se brindará un apoyo económico de salario mínimo a las egresadas de esos refugios. En éstos se brindará acompañamiento, servicios médicos y ayuda psicológica

Asimismo, se trabaja en un programa de apoyo a infancias víctimas indirectas de feminicidios y otro de acompañamiento de infancias hasta la mayoría edad.

Como puede apreciarse la lucha en el combate de la violencia contra las mujeres, es intensa y directa, aunque será de largo aliento dado el machismo tan arraigado en la sociedad michoacana. Se trabaja sin descanso y en esta batalla la mejor herramienta es la prevención.