Lecciones del 5 de junio

La victoria del PAN y el avance de Morena dejaron una gran lección: ganaron quienes dijeron a los votantes lo que éstos quieren escuchar.

En vencedor fue también el mejor simulador: Anaya, dirigente panista, usó los mil 239.47 spot por hora en radio y TV de sus candidatos para promover su persona, criticar la corrupción y exigir la declaración “3 de 3”.

Pero:

–Dijo el domingo a Joaquín López-Dóriga que “la democracia necesita menos spots y más debates”.

–En la “3 de 3” tiene a nombre de su esposa la mayoría de sus bienes. Él declaró una casa de 4 millones 287 mil 800 pesos, menaje de 220 mil y auto de 210 mil. Ella, vehículo, menaje, tres locales, una casa y adquirió tres inmuebles cuando él era secretario particular del gobernador de Querétaro.

Lección que dejó Anaya: tenemos un notorio populista de derecha.

AMLO, otro ganador, prefirió seguir siendo la única cara de Morena, no sólo porque usó para sí mismo los 415 mil 902 spots del partido, sino porque se negó a dar el impulso final que habría hecho gobernadores a sus candidatos en Veracruz y Zacatecas.

Entonces:

–Decidió robustecer su feudo en la CDMX y debilitar a su rival como referente en la izquierda, el Jefe de Gobierno, Miguel Mancera; mientras en Veracruz pidió votar contra el PAN-PRD, más que por su abanderado Cuitláhuac García.

–Él, que ha recorrido varias veces los dos mil 456 municipios del país, dejó de hacer campaña en Zacatecas y Veracruz cuando avizoró el posible triunfo de David Monreal y García, porque no quiere contrapesos.

Lección que dejó AMLO: para ser candidato en 2018 no se pueden tener sombras. Los enanos crecen y hay que impedirlo.

El PRI-Gobierno resultó el principal derrotado. Perdió siete de 12 elecciones, dejó de gobernar seis estados que gobernaba y cedió el control de 54 por ciento del país. Voto de castigo por el hartazgo ante casos de corrupción y también a la imposición de algunos candidatos desde “el centro”.

Por ejemplo:

En Quintana Roo, el precandidato mejor posicionado, por mucho, era Chanito Toledo, pero “el centro” designó a Mauricio Góngora, quien perdió, aunque el PRI ganó 10 de 15 curules en el Congreso local y nueve de 11 alcaldías. La gente votó por el PRI, pero en contra de su candidato.

En Tlaxcala, Marco Mena era quinto lugar en las encuestas internas para seleccionar candidato priista, pero “el centro” dejó decidir al gobernador y Mena ganó.

Lección que dejó el PRI-Gobierno:

La arrogancia de controlar todo desde el centro es obsoleta.

 Lección inolvidable que dejó el 5 de junio:

 Triunfaron quienes buscan la revancha desde el populismo de derecha y de izquierda.

POR ELARSENAL.NET  /  COLUMNAS, MESA REVUELTA  /  elarsenal.net