Los escollos del PAN

Atrapado en su eterno dilema –¿cuál es la mejor vía, la doctrina o el pragmatismo?– el PAN celebra el 75 aniversario de su fundación con la dudosa intención de regresar a Los Pinos, en el 2018.

Esa misión, autoimpuesta por la cúpula partidista tras del descalabro del 2012, podría haberse visto frenada por un error de conducción (optar por el colaboracionismo, en vez de erigirse en una férrea oposición al peñismo) y sin duda ha topado con pared, luego de que se hicieran públicos los desmanes de los operadores políticos más cercanos del maderismo.

Los “moches” se quedaron sin castigo. El enriquecimiento de muchos servidores públicos panistas –cooptados por empresarios casineros o gasolineros– también. Y recién se conocen los vínculos de Luis Ignacio Nacho Orozco Muñoz, ex jefe de la oficina de Heriberto Félix en Sedesol, con el Cártel del Sinaloa.

Entepreneur culiacanense y dirigente de la Canaco, Nacho Orozco es co-propietario (junto con su esposa Georgette Saad) de la firma María Ferre y durante el sexenio calderonista se incorporó al equipo de Gerardo Ruiz Mateos en la secretaría de Economía. ¿Los recursos del Programa Nacional Franquicias, que provenían del Fondo Pyme, blanquearon recursos de la industria criminal? Esto podrá saberse hasta que aparezca el ex funcionario, actualmente prófugo. Y un escándalo de estas dimensiones podría descarrilar cualquier esperanza del PAN de reposicionarse electoralmente en los comicios intermedios del 2015.

El saldo de los primeros 100 días de Gustavo Madero en su segundo periodo al frente del PAN es impío: el Pacto por México simplemente ya no existe, los grupos parlamentarios –tanto en el Senado como en San Lázaro– están al borde de la ruptura, y el dedazo disfrazado de “candidaturas reservadas”, amenaza con provocar una revolución interna.

Los escándalos que han destapado el verdadero rostro del PAN –cuya fortaleza ha sido mermada por la corrupción y la impunidad– agravan los obstáculos, en la ruta electoral del 2015: en tres de los nueve estados donde habrá comicios para renovar gubernaturas –Campeche, Colima y Tamaulipas– el PRI nunca han entregado el poder a la oposición y las divisiones internas dentro del PAN debilitan sus aspiraciones.

Además, el PAN, en la época contemporánea, acusa problemas de retención, como ha quedado demostrado en los estados donde ha gobernado –a excepción de Baja California y Guanajuato–, por lo que en Baja California Sur y Sonora, las expectativas son negativas y solo en Nuevo León, Querétaro y San Luis Potosí –donde la intención es recuperar las gubernaturas que se entregaron al PRI hace seis años –, están las verdaderas posibilidades de obtener triunfos en el 2015 y concretar su idea de “abrir boquetes al sistema”, con el debilitamiento de la hegemonía de los gobernadores.

La agenda de las reformas –canjearon con el gobierno federal los cambios en el terreno energético por las telecomunicaciones y político-electoral– constituyen game changers, según Madero Muñoz y finalmente permitirán una competencia equitativa. Pero sin aliados electorales o sin integrarse a mega-bloques opositores al PRI que postulen candidatos comunes, esa apuesta del PAN resulta aun más inverosímil.

La historia de los “místicos del voto”, de aquella larga marcha para llegar al poder –ganar su primera gubernatura le tomó al PAN medio siglo de participación electoral– ya es muy lejana. Desde la oposición –decía Norberto Corella– el blanquiazul debe crecer, fortalecerse y radicalizarse. “¿Qué queremos? ¿Un partido grandote o un partido chiquito? Con el ánimo de reconquistar el poder, Gustavo Madero sintetizó su propia respuesta en las “tres C” que han definido su mandato (competir, combatir y construir).

El jefe nacional del PAN se autoimpuso el apostolado de acabar con los cimientos del viejo régimen, para finalmente concretar la transición, sin caer en la cuenta de que terminó apuntalándolo. Ahora pugna porque el PRI siga cogobernando con el PAN y no con el PRD… y esa misión resulta más difícil que regresar a Los Pinos en el 2018.

Gustavo Madero, con el respaldo por un grupo que se incubó en Los Pinos durante el sexenio pasado, buscará convertirse en el líder de la bancada azul en San Lázaro en el 2015 y después, la candidatura presidencial. Margarita Zavala es la única figura partidista que podría oponerse a esos planes, pero si Luisa María Calderón no obtuviera la gubernatura de Michoacán, sus posibilidades se verían reducidas al mínimo.

¿Y Josefina Vázquez Mota? Seguirá deshojando la margarita y en su autoimpuesto exilio… por lo menos hasta que termine el año. Y es que está por iniciar una estancia de tres meses en el Woodrow Wilson Center, en Washington D.C., ciudad a la que no hace mucho soñaba llegar como embajadora de México ante la OEA.

EFECTOS SECUNDARIOS

RENOVABLES. Con el financiamiento del Banco de Desarrollo de Norteamérica, Santander, Banobras, Nafin y Bancomext comenzará la construcción de los campos de energía eólica denominados Ventika I y II en Nuevo León, que con sus 252 MW, se significarán como el proyecto más grande de México. Y no solo por la capacidad de producción de las 84 turbinas Acciona AW 3000 que serán desplegadas, sino por el monto de la inversión, que rebasan los 650 millones de dólares, de acuerdo a los co-desarrolladores, CEMEX y Fisterra Energy.

Por Alberto Aguirre / HOY TE RECOMENDAMOS LEER: / elarsenal.net