Los nuevos paraísos del secuestro en México

Tres estados gobernados por el PRI, tres paraísos en que los secuestros han aumentado de forma escandalosa. Juzgue usted mismo: entre los últimos cuatro meses de 2012 y los primeros cuatro de 2013, en Hidalgo los secuestros aumentaron en un 463.64%; en Veracruz, un 208.33%, y en Quintana Roo un 100%, según datos revelados por el Observatorio Nacional Ciudadano (ONC).

Sin duda, el voto de la ciudadanía se verá inclinado en las elecciones del próximo domingo siete de julio a favor de un partido u otro, con fundamento en el desempeño de los gobiernos estatales en el sensible tema de la seguridad. Hay un gran hartazgo en el país ante la baja calidad de vida que persiste en muchas entidades, debido a las constantes agresiones de los delincuentes que merman la cotidianidad de las familias.

Según un impactante estudio dado a conocer hace unos días por el Observatorio, que se ocupa de la seguridad, la justicia y la legalidad en México, no sólo no ha habido ninguna mejoría en el tema del secuestro, sino que la situación ha empeorado.

En el primer cuatrimestre de 2013, describe el documento, “se registraron 553 denuncias de secuestro” a nivel nacional, lo cual equivale a que cada día fueron denunciados alrededor de cinco plagios. El promedio de secuestros diarios en 2012 fue de cuatro, lo que significa que con la llegada del PRI a la Presidencia no tuvo ningún impacto benéfico para la población, incluso en los estados gobernados por el PRI, con los que cabría esperar una mejor coordinación en seguridad pública.

En estos primeros cuatro meses del año que corre, la mayor cantidad de secuestros fue registrada en los estados de “Hidalgo (11.21%), Michoacán (10.49%) y Tamaulipas (10.49%)”, señala el estudio. Los tres estados cuentan con gobiernos emanados del PRI. El caso de Hidalgo es penoso, sobre todo porque no se puede pasar por alto que se trata de la tierra del flamante secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.

Hidalgo está hoy en primer lugar a nivel nacional en secuestros. La composición del Congreso estatal podrá verse modificada sustancialmente cuando la ciudadanía manifieste su postura ante el clima de inseguridad que prevalece. 30 diputados serán elegidos el próximo domingo en Hidalgo.

Luego sigue Michoacán, con un Fausto Vallejo vacilante, enfermo, y finalmente un gobernador interino –Jesús Reyna García- que tampoco está logrando nada para mejorar la seguridad en su estado. Michoacán es el mejor ejemplo de lo que es un estado fallido, sin ley, sin gobierno, donde cualquiera toma las armas y reclama una parte del territorio como propio, dándose incluso el lujo de secuestrar a elementos del Ejército y a estudiantes y civiles en general.

El porcentaje de plagios en Michoacán y en Tamaulipas es el mismo. Mientras que en Hidalgo ocurren más secuestros que en Michoacán y en el Tamaulipas de Egidio Torre Cantú.

Los tamaulipecos están cansados de vivir asediados por la delincuencia y sin que el gobernador haga algo que valga la pena al respecto. Queda claro que habrá voto de castigo contra el PRI en esta entidad, donde están en juego 36 diputaciones locales y 43 presidencias municipales.

La investigación de ONC apunta asimismo que entre el tercer cuatrimestre de 2012 y el primer cuatrimestre de 2013 se registró un incremento de 16.9% de los secuestros denunciados, a nivel nacional. No es poca cosa. ¿Y la estrategia de seguridad dónde está? ¿Y la Gendarmería prometida por el gobierno de Enrique Peña Nieto?

No hay nada claro, el tiempo se va, y la ciudadanía está cada vez más molesta de que el cambio de gobierno federal tampoco haya significado mejoría alguna en cuanto a la protección a las familias por parte de las autoridades. De hecho lo único que sí significó es que hay más secuestros.

Si se mantiene la actual tendencia negativa, a fines del año que corre tendremos mil 659 secuestros denunciados, una cifra demasiado alta para la democracia real, de calidad, en que deseamos vivir y que no tenemos, y para los estándares de un gobierno federal que debería ser útil y de gobiernos estatales que deberían funcionar.

De acuerdo con las cifras del ONC, las tres entidades que presentaron mayor aumento de denuncias de secuestros entre el tercer cuatrimestre de 2012 y el primero de 2013, fueron Hidalgo (463.64%), Veracruz (208.33%) y Quintana Roo (100%).

Las cifras lo dicen todo. El incremento de la inseguridad, de los secuestros en estas tres entidades con gobiernos del PRI, es algo digno del repudio ciudadano. No están haciendo su trabajo estos gobiernos y cada vez es más peligroso vivir en esos estados.

En el Veracruz de Javier Duarte se juegan 50 diputaciones locales y 212 presidencias municipales. En el Quintana Roo de Roberto Borge Angulo serán elegidos 25 diputados locales y 10 alcaldes. Está claro que en estas tres entidades –Hidalgo, Veracruz y Quintana Roo-, los gobiernos estatales y municipales exhiben una incapacidad para planear políticas públicas que desincentiven los plagios, que nacen en un caldo de cultivo obvio de deterioro del tejido social, pobreza y falta de combate a la corrupción.

por Raúl Tortolero / elarsenal.net