Morelos: los demonios andan sueltos

Hace varios meses, me senté a platicar con un viejo amigo, entonces funcionario del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN). Uno de esos funcionarios que sobreviven en áreas de inteligencia al paso de los sexenios. Llevaba consigo dos libros, que posó sobre la mesa: La guerra de guerrillas, de Ernesto “Che” Guevara, y los Seis Escritos Militares del Presidente Mao Tse-tung. Pensé que quería recordar viejos tiempos, ésos de los “círculos de estudio”.

“¿Sabes a quiénes les están sirviendo de maravilla estos libros, Carlos?”, me preguntó. Guardé silencio, esperando la respuesta de sus propios labios. “¡A los narcos, Carlos, a los narcos! ¡Los narcos son unos maestros del control territorial, sobre todo en áreas rurales, aisladas y despobladas!”. La verdad es que no pasó por mi mente ver a un narco leyendo esas obras, pero sí a todos los narcos mexicanos aplicando las ideas allí contenidas.

La anécdota vino a mi mente a propósito del asesinato de la alcaldesa de Temixco, Morelos, Gisela Raquel Mota Ocampo (PRD), asesinada el sábado 02 de enero, un día después de que tomara posesión de su cargo. Yo la conocí. Era una mujer muy combativa. “Broncuda” en exceso, a veces. Recordé que lo último que leí sobre ella antes de su asesinato, fue que tuvo que negociar con los trabajadores de limpia del Municipio de Temixco un asunto de pagos pendientes. Los trabajadores pensaban hacer un paro de labores, pero ella se adelantó a los hechos y lo desactivó, a unos días de tomar protesta. Pensé: “Si Gisela no tiene dinero ni para pagarles a los trabajadores de limpia del municipio, mal le irá en su gestión”.

Un comando de 15 sicarios la acribilló en su propia casa, frente a su familia. Todo apunta a Los Rojos, los grandes rivales de los Guerreros Unidos en los territorios de Morelos y Guerrero. ¿De veras alguien pensó que, tras el asunto de Iguala-Ayotzinapa, estos grupos fumarían la pipa de la paz? No, se siguen disputando “las plazas” y Temixco es una de ellas, y es muy importante: pegadito a la populosa y estratégica Cuernavaca. Temixco es una plaza fundamental para las rutas de distribución, ocultamiento y escape del narco que se mueve a lo largo del eje Guerrero-Morelos-Distrito Federal.

La hipótesis principal es que la nueva alcaldesa no quiso transar con Los Rojos. Ya saben ustedes: la viejísima ley de “Plata o plomo”.

Su asesinato desató a los demonios en Morelos, en muchas direcciones. “Los demonios andan sueltos”, como dijera Ruiz Massieu.

Graco Ramírez, el Gobernador del Estado, pertenece a la corriente Nueva Izquierda (“Los Chuchos”) del PRD, mientras que la alcaldesa pertenecía a la corriente Izquierda Democrática Nacional (“Los Bejaranos”), dos corrientes que mantienen agrias disputas al interior del Partido de la Revolución Democrática.

Además, los opositores a Graco Ramírez, dentro y fuera del PRD, han deslizado la idea de que el Gobernador está coludido con el crimen organizado o, al menos, ha sido omiso o ineficaz en su obligación de combatirlo.

El Gobernador, por su parte, se defiende aludiendo a las limitaciones legales, operativas y presupuestarias en materia de seguridad, al tiempo que, de forma desesperada, trata de mostrar arrojo decretando su propia intervención policíaca en 15 municipios.

La verdad contundente e inobjetable es que muchos de los casi 2,500 municipios de México tienen tan bajo nivel de desarrollo, que son un caldo de cultivo óptimo para el desarrollo del crimen organizado, especialmente del tráfico de drogas, de armas y de personas, así como del secuestro y de la extorsión. Ante la debilidad de los poderes públicos, el narco hace las veces de Estado.

En Morelos y Guerrero pululan las zonas y regiones inhóspitas, rurales, aisladas, escondidas y laberínticas. Quienes conozcan bien esos terrenos, tienen la impunidad casi garantizada. El narco conoce cada palmo de esos territorios, además de que sabe infiltrar a su gente en los “gobiernos oficiales”. Nada variará en México mientras esto no cambie.

Lastimosamente, acabamos de presenciar la prueba más reciente del indomable poder local del narcotráfico que se mueve a sus anchas en el corredor Guerrero-Morelos-Distrito Federal. Los medios nos han recordado que, en su toma de posesión, la alcaldesa manifestó su voluntad para combatir a la delincuencia de manera “frontal y directa”, una declaración temeraria sabiendo que ni siquiera contaba con recursos para cubrir pagos atrasados a los trabajadores de limpia.

El asesinato de Gisela Raquel Mota Ocampo también colocó en primer plano, nuevamente, el polémico tema del Mando Único Policial; tema que acaba de enfrentar al exfutbolista y actual Alcalde de Cuernavaca, Cuauhtémoc Blanco, quien rechaza dicho Mando, con Graco Ramírez, quien aseguró que lo aplicará con base en un “decreto constitucional” firmado por él mismo.

Hay que recordar que el Mando Único Policial fue una idea propuesta y defendida por Felipe Calderón en el contexto de su “guerra contra el narcotráfico”. Esencialmente, la idea consistía en que todas las policías municipales quedaran integradas, coordinadas y controladas a nivel estatal, bajo una sola batuta, suponiendo que muchas de ellas estaban infiltradas por el crimen organizado.

Calderón no pudo concretar del todo este proyecto, debido a la oposición y resistencia de algunos gobernadores y muchos munícipes. Y en estas condiciones lo recibió Enrique Peña Nieto. Dicho sea de paso, el Mando Único Policial sigue siendo un problema más que una solución.

La esencia del conflicto entre Cuauhtémoc Blanco y Graco Ramírez en torno al Mando Único Policial se halla, curiosamente, en el mismo artículo constitucional: el 115, el famoso artículo del “Municipio Libre”. Este artículo sostiene dos ideas potencialmente en pugna.

En su fracción III, inciso h), el artículo 115 dispone que:

III. Los Municipios tendrán a su cargo las funciones y servicios públicos siguientes:

(…)

h) Seguridad pública, en los términos del artículo 21 de esta Constitución, policía preventiva municipal y tránsito.

En tanto que ese mismo artículo, en su fracción VII, párrafo primero, dispone que:

VII. La policía preventiva estará al mando del presidente municipal en los términos de la Ley de Seguridad Pública del Estado. Aquélla acatará las órdenes que el Gobernador del Estado le transmita en aquellos casos que éste juzgue como de fuerza mayor o alteración grave del orden público.

El Alcalde Cuauhtémoc Blanco pretende defender la fracción III, inciso h), del artículo 115, frente al Gobernador Graco Ramírez, quien afirma sostener su proceder en la fracción VII del mismo artículo.

Y como el Gobernador ya emitió un decreto para asumir las labores policíacas en 15 municipios de Morelos, Cuernavaca incluido, al Alcalde Cuauhtémoc Blanco no le queda más que interponer unacontroversia constitucional ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, a fin de que ésta resuelva a quién le asiste la razón.

Por lo visto, vendrán días de tensión entre el Alcalde de Cuernavaca y el Gobernador de Morelos en torno a una idea peregrina: la del Mando Único Policial. Y, mientras tanto, el narcotráfico seguirá sentando sus reales en el corredor Guerrero-Morelos-Distrito Federal, sea a través de una banda, sea a través de otra.

Concluyo sosteniendo que, más allá de los dimes y diretes entre Cuauhtémoc y Graco, resulta una inocentada pensar que el Mando Único Policial, incluso con el apoyo de la Policía Federal y del Ejército, podrá extirpar al narcotráfico de Morelos. El narcotráfico no sólo tiene más dinero y mejores armas que la fuerza pública. Tiene, sobre todo, un conocimiento palmo a palmo del territorio sobre el que opera, así como una amplia y bien aceitada red de informantes y colaboradores en campo.

Y, claro, por ello pareciera ser que los narcos han leído muy bien al “Che” Guevara y a Mao Tse-tung.

Seguimos perdiendo la “guerra contra las drogas” y la seguiremos perdiendo, porque es una guerra contra la razón y el sentido común. Hay que cambiar de estrategia y hacerlos pronto. Hay que pensar seriamente en legalizar las drogas.

POR CARLOS ARTURO BAÑOS LEMOINE / Profesor UAM-Xochimilco y UPN-Ajusco / CIUDADANO CERO / elarsenal.net