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Opinión

Multas de 4 millones contra medios de prensa

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Es un acierto que el Senado aprobara ayer el proyecto presidencial de Ley de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, con multas de más de cuatro millones de pesos a medios que entrevisten a menores sin consentimiento de sus padres.

Sin embargo, ninguna ley a favor de menores será completa en México hasta que la reforma educativa deje de ser, en los hechos, una reforma laboral e impida, por ejemplo, que el 62 por ciento de nuestros jóvenes de 16 años abandone la educación media superior.

Según datos de la OCDE de este mes, nuestros estudiantes tienden a abandonar la escuela prematuramente y a los 18 años sólo el 35 por ciento continúa sus estudios; y a los 20 apenas permanece estudiando el 30 por ciento.

De todos modos, es de felicitar la preocupación de los senadores por preservar de la exposición pública a nuestros niños, niñas y adolescentes, que es abusiva e irrespetuosa en numerosas ocasiones, a través de los medios: eso es innegable.

Está muy bien que aprobasen anoche multas de más de dos millones de pesos a los medios que difundan datos de menores involucrados en procedimientos penales, medidas de reparación, reinserción, restitución o asistencia.

Y también que obliguen a las autoridades a diseñar estrategias y acciones para la detección temprana, contención, prevención y erradicación del bullying, que involucran a sectores público, privado y social, así como indicadores y mecanismos de seguimiento, evaluación y vigilancia.

De cualquier modo, todo esto será papel mojado si para estos menores (a los que estamos protegiendo con tanto celo) tener el más alto grado académico no siempre se traduce en tener más probabilidades de conseguir empleo, también de acuerdo con la OCDE.

Nuestras tasas de empleo en graduados de educación superior es la más baja, con 3.5 por ciento, de ahí que la productividad y competitividad sean bajas aquí: porque el mercado laboral no aprovecha las capacidades de quienes logran superarse.

En cambio, les va mejor en la vida a quienes abandonan los estudios: nuestros niveles de empleo de personas con una enseñanza menor a la media superior o preparatoria son los más altos de la OCDE, con 64 y 55 por ciento respectivamente.

Sería fantástico, pues, que la destacable protección que le estamos dando a nuestros niños, niñas y adolescentes sea integral e incluya una preparación completa para su promoción humana: educación de calidad y garantías laborales.

Porque en estos momentos el 70 por ciento termina primaria sin leer con fluidez ni comprender textos, y sólo tres de cada 10 está dentro del estándar de lectura y comprensión. Pero los que acaban sus estudios no encuentran empleo.

Entonces… no sólo se trata de cuidarlos con celo.

por  /  México / elarsenal.net

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