Pedro Ferriz de Con y la pendejez humana

“No seas pendejo”, le dijo un furibundo Pedro Ferriz de Con a uno de los asistentes al IV Congreso Nacional Universitario, que tuvo lugar en la Facultad de Ciencias Políticas y Administración Pública de laUniversidad Autónoma de Nuevo León. El joven, de nombre Alejandro Carranza, sólo le había dirigido al periodista una pregunta, por demás boba: que cómo pretendía serle fiel a la Patria, si no lo había sido con su mujer. Algo así.

La pregunta de suyo fue una pendejada, pero más pendeja fue la reacción desproporcionada del locutor.

El improvisado político hubiera salido del paso fácilmente fijando, primero, la diferencia entre el ámbito privado y el ámbito público, para, después, enfatizar el hecho de que este último se rige por normas de orden público en materia de transparencia, fiscalización y rendición de cuentas; normas que sancionan toda conducta que contravenga al Derecho al que deben sujetarse todas las autoridades públicas.

Así, facilito. Y sin necesita siquiera de inmutarse.

Pero no, el irascible conductor perdió los estribos y contestó una pendejadota, y no me refiero a haber llamado “pendejo” al chamaco mencionado. Sinceramente no veo quién se pueda sentir agraviado con esa palabra, más si quien la pronuncia es Pedro Ferriz de Con.

No, la pendejadota cometida por Pedro Ferriz de Con consistió en la incoherencia e incongruencia de su postura pública en relación con su relación extramarital con la conductora Mary Carmen Tovar.

Al incómodo joven de apellido Carranza, Pedro Ferriz le espetó: “Tú no eres nadie para ser juez mío”. Por si no han visto el video, aquí lo tienen:

https://www.youtube.com/watch?v=Us7naTCHZmU

Así lo dijo, literalmente y con un notorio enfado: “Tú no eres nadie para ser juez mío”.

Pues bien, habrá que recordarle a Pedro Ferriz de Con que cuando salió a la luz su “movida”, él mismo, sí, el mismo Pedro Ferriz de Con, subió un video a YouTube, un video auto-vergonzante, un video auto-denigratorio, a través del cual “comparece” ante México (¿quién se lo pidió?), para desarrollar una perorata moralistoide sobre el “amor”, el “matrimonio”, la “fidelidad” y la “familia” (¿quién se la pidió?), con la que trata de resarcir su culpa por la “relación inconveniente fuera del matrimonio que me llevó a abrir las puertas del Infierno” (¿a quién le importa su vida?).

Les dejo aquí el video, para que lo recuerden:

https://www.youtube.com/watch?v=VqN5vstEpxw

Pues bien, habrá que aclararle a Pedro Ferriz de Con que la gente “comparece” sólo para ser juzgada. Y habrá que recordarle, también, que él mismo, en ese video auto-infamante, pide que se le juzgue y se le perdone, “para recuperar todo lo perdido”.

¿Entonces por qué Pedro Ferriz le lanzó al joven congresista la frase de: “Tú no eres nadie para ser juez mío”?

¿Por qué el conductor subió un video a YouTube, a través del cual “comparece” ante el público, pidiendo además “juicio y perdón”, si luego va a salir con su pendejada de: “Tú no eres nadie para ser juez mío”?

Caray, al menos que sea coherente y congruente. Si tanto su affaire como su “arrepentimiento” eran asuntos estrictamente privados, ¿qué caso tenía haberlos ventilado en las redes sociales a través de un patético show de moralina?

En su habituales juegos de exhibicionismo barato y lacrimógeno, Pedro Ferriz de Con suele incurrir en esta clase de contradicciones, muy al estilo de quienes lucen su fe en la mitología católica pero llevan una doble vida; una doble vida de la cual sólo se arrepienten y abjuran… ¡hasta que se les sorprende con los calzones en las rodillas!

La hipocresía, ya saben. Esa hipocresía tan común en los cristianos, del Papa hacia abajo. Decir una cosa “buena” y hacer otra “mala”, y sacar todo el provecho que se pueda de la “mala” hasta que, de forma irremediable, queden encuerados y expuestos en la escena pública.

Tal como lo escribimos en su momento en las redes sociales, lo volvemos a hacer ahora, para aclararle aPedro Ferriz de Con que:

Uno. A nosotros no nos importa, en lo más mínimo, la biografía de sus genitales, con la excepción de los editores y lectores de las revistas de chismes picositos.

Dos. A nosotros nos tienen sin cuidado sus culpas y arrepentimientos morales. Cuando quiera solucionar sus “problemas espirituales”, lo que debe hacer es acudir con los burócratas de la mitología a la cual pertenece (la católica), no subir un video “exculpatorio” a YouTube.

Tres. A nosotros lo único que nos interesa, en tanto sociedad que pretende vivir en un Estado de Derecho, es que toda relación sexual entre adultos se haga con el consentimiento informado de las partes, como al parecer fue su caso con Mary Carmen Tovar. No habiendo delito que perseguir, que cada quien se concentre en sus orgasmos.

Concluyo.

La soberanía sobre nuestros propios cuerpos supone que cada quien puede hacer con su cuerpo lo que mejor le plazca, respetando siempre los cuerpos ajenos. Las relaciones sexuales consensadas, dentro o fuera del matrimonio, en principio no son un asunto de interés público, aunque algunos así lo pretendan so pretexto de dar “lecciones de moral” a partir de sus propias culpas y vergüenzas, cual fue el caso de Pedro Ferriz de Con.

Llamar, en un ataque de iracundia, “pendejo” a una persona que hace preguntas insustanciales, denota mayor pendejez, más aún si uno se presenta como adalid de la “revolución del intelecto”.

Finalmente, es absurdo apelar a la “revolución del intelecto” cuando todavía se es rehén mental de una de las mitologías más perniciosas de la historia de la humanidad: la mitología católica.

Con estos antecedentes, ¿habrá quién tome en serio a Pedro Ferriz de Con como aspirante presidencial?

POR CARLOS ARTURO BAÑOS LEMOINE / CIUDADANO CERO, COLUMNAS / elarsenal.net