¡Poder =Dinero!

Siempre me he preguntado ¿Cuál es el poder de seducción de la política en algunos hombres? La seducción que incluso es capaz de pasar límites se todo tipo, una seducción que incluso puede llegar a matar o robar.

En las últimas semanas se han dado a conocer hechos que aún sorprenden a pesar de que ya no lo deberían ser, hechos que para muchos mexicanos ya son normales.

Andrés Granier, ex gobernador de Tabasco con sus decenas de trajes y zapatos, tiene una similitud con el actual diputado local del Estado de México, Ulises Ramírez Núñez, esa similitud es un enriquecimiento inexplicable en pocos años.

Esa es la extraña seducción que tiene la política en algunos hombres, la seducción de poder igual a dinero, igual a dispendios, casas, lujos, zapatos y trajes.

Algo que me ha llamado la atención sobremanera, es el enriquecimiento en 14 años del diputado pianista Mexiquense, Ulises Ramírez Núñez que de acuerdo a lo publicado en el periódico Excélsior con todos sus sueldos juntos en todos esos años, no pudieron comprar todas la propiedades que tiene.

De acuerdo con el coordinador de la bancada panista en el Congreso del Estado de México Enrique Vargas del Villar, Ramírez Núñez “es una vergüenza para el partido y debe dar la cara para aclarar esas propiedades”.

Y es verdad, hasta el momento el diputado Mexiquense no ha dado la cara para dar su versión, será que los documentos presentados en la nota del diario nacional, no deja duda alguna de ese enriquecimiento inexplicable; inexplicable porque sin ser empresario ha generado millones y millones de pesos.

Este es solo uno de los casos de enriquecimiento inexplicable de muchos políticos que han sacado raja de su cargo, utilizando como escudo su fuero para ocultar sus ilícitos. Esta es la extraña seducción que tiene la política en algunos hombres que buscan todo fácil Acosta de los demás.

Cuántos más Granier o Ulises Ramírez se requieren en México para que las autoridades los investiguen y apliquen la ley como corresponde; cuántos se necesitan más para que nos demos cuenta que esas actitudes delincuenciales ya no pueden ser tolerables, porque mientras unos son millonarios de la noche a la mañana, otros siguen empobreciendose cada día.

Por: Andy Novell F./ elarsenal.net