PRI, ¿una estrategia equivocada?

Emplazada a preservar el control de la Cámara de Diputados, ya fuera coaligados con Nueva Alianza y el PVEM o por separado, la dirigencia nacional del PRI cierra la campaña electoral del 2015 atrapada por la incertidumbre.

En seis de las nueve gubernaturas que se resolverán el próximo domingo 7 se auguran cierres de photo finish entre los abanderados del tricolor y los candidatos del PAN. Y que la alianza peñista tenga la mayoría absoluta en San Lázaro a partir de septiembre, dependerá de los niveles de participación, del éxito de los anulistas, y sobre todo de la irrupción de MORENA en la escena electoral. Todas esas, variables fuera del control del aparato oficialista.

¿La economía o la inseguridad? La corrupción se convirtió en el tema central de esta campana. Y no lo propuso el PRI. Al arranque, el PRI afrontaba un escenario favorable, con una ventaja de dos dígitos respecto de la segunda fuerza electoral (12 puntos, sobre el PAN). La mayor amenaza, hasta entonces, era la negociacion con la dirigencia del Partido Verde sobre la alianza “flexible” que registrarían ante el INE, tras de que Nueva Alianza renunciara a coaligarse con el partido gobernante.

Desde entonces, las encuestas identificaban al segmento del electorado que abiertamente se opone al proyecto reformador impulsado por la administración penista. El publicista Carlos Alazraki tomaba una hoja de papel cada vez que exponía sobre los racionales de la campana propagandística que desplegaría en las primeras semanas de la campaña ante los altos mandos de Los Pinos y en el cuarto de guerra del CEN del PRI. Dibujaba un circulo que dividía en cuatro partes, mientras señalaba una cuarta parte, que había sombreado.

“Una cuarta parte del electorado no apoya ni apoyará la propuesta peñista”, decía con su característica elocuencia, “son muchos, de acuerdo. Y no creo que vayan a cambiar de opinión. La otra parte, que es la mayoría, es a la que debemos hablar y contagiar de buen animo y confianza. Porque ellos son el voto duro del PRI”.

El PAN, decidió por el contrario, recurrir al “alto contraste”, en atención a las lineas estratégicas sugeridas por el publicista estadounidense Mark Penn. Los primeros spots denostaron al dirigente nacional del PRI, Cesar Camacho Quiroz, quien integró a Alazraki al cuarto de guerra priista. El publicista recomendó no responder a los ataques.

Camacho lo respaldó. Y autorizó la elaboración de una serie de spots que buscaría concientizar a los electores de la pertinencia de una segunda generación de reformas, que impulsaría el PRI con sus aliados. Una nueva mayoría para garantizar la transformación peñista.

Sus recomendaciones, sin embargo, no llegaron al aire. El sector del priismo que demandaba “respuestas contundentes” a los críticos, también encontró resonancia en Los Pinos, donde emergió un bloque que comenzó a imponer su visión, bajo un argumento irrebatible: los opositores querrán sacar provecho de los escándalos inmobiliarios que involucran a los principales funcionarios de la administración federal.

A mediados de abril, la propuesta propagandística enarbolada por el CEN del PRI fue evaluada, con datos recabados y analizados por el coordinador de opinión pública de Los Pinos, Rodrigo Gallard. Los spots que apelaban a la dimensión histórica de las reformas transformadoras del peñismo eran mal evaluados… en la zona centro del país. La mayor recordación era para un comercial guapachoso de Movimiento Ciudadano. Y el PAN había logrado captar la atención de los votantes, con su denuncia sobre la corrupción oficial.

La defensa del Presidente y su equipo, demandaban en Los Pinos. ¿Por qué sí ellos no están en la boleta electoral?, apeló el publicista de César Camacho Quiroz, quien poco después sufriría las represalias.

Al final de las campañas ha quedado demostrada la futilidad del modelo de comunicación política sancionado por los legisladores y regulado inconvenientemente por el INE y el Tribunal Electoral. En la última oleada de spots, los votantes verán la propaganda panista que pone en duda la honestidad del proyecto peñista con el asunto más escandaloso del sexenio: la “Casa Blanca” de Angélica Rivera.

Carlos Alazraki sigue pensando lo mismo: atacar al PAN fue una estrategia equivocada. Y los estrategas de Los Pinos siguen pensando que el próximo domingo 7, los votantes decidirán entre respaldar o castigar el proyecto transformador del Presidente. ¿Las reformas estructurales dan votos?

Está por resolverse si a la mitad del camino, el presidente Enrique Peña Nieto dejó de ser atractivo al electorado y valioso políticamente hablando para su partido. Y también, si la izquierda social, encarnada en Andrés Manuel López Obrador, impide que se cumplan los cálculos priistas.

EFECTOS SECUNDARIOS

MÁGICOS. La rehabilitación de Los Pinos fue exitosa. Y para entregar la obra a sus beneficiarios, a Todos los Santos, Baja California Sur, acudieron los secretarios Claudia Ruiz Massieu, de Turismo, y Gerardo Ruiz Esparza, de Comunicaciones y Transportes, además de los directores de Fonatur, Héctor Gómez Barraza, y de la CFE, Enrique Ochoa Reza, el pasado jueves 28. A pesar de la discreción, su estancia no pasó desapercibida en aquella entidad donde las campañas políticas por la gubernatura viven un momento crítico. Al margen de las disputas partidistas, el esfuerzo oficial para la restauración de aquella bahía sudcaliforniana, una de las regiones más golpeada hace nueve meses por Odille, esta orientado a reconvertirlo en punto turístico integral atractivo para los visitantes extranjeros.

RELEVOS. El general brigadier David Pérez Landeros se hizo cargo de la dirección de Seguridad Pública y Vialidad de Aguascalientes, donde el alto mando castrense también autorizó la incorporación del general brigadier Facundo Javier García Jardón como titular del Mando Único. Sin aspavientos, el mandatario hidrocalido, Carlos Lozano de la Torre, aprovechó la oportunidad y ejecutó un reacomodos en posiciones estratégicas del aparato policiaco.

POR ALBERTO AGUIRRE  / Columba: SIGNOS VITALES / Fuente: elarsenal.net