“¿Purga en el PAN?”

La noche del 19 de diciembre, las directivas del PAN en las 16 delegaciones políticas del Distrito Federal habían sido convocadas por el líder regional, Mauricio Tabe, a un brindis navideño que estuvo a punto de convertirse en una rebelión de las bases.

El invitado de honor era el jefe nacional, Ricardo Anaya. Pero quien acaparó los reflectores fue Felipe Calderón Hinojosa, quien acompañaba a su esposa, Margarita Zavala. La ex pareja presidencial ocupó dos lugares en la mesa de honor, pero casi nunca estuvo sentada. Ella sumó apoyos para su fundación… y su proyecto en ciernes. Él repartía autógrafos y participó en decenas de selfies.

El ex mandatario panista saludó sin mucho ánimo a Priscila Vera y a regañadientes aceptó tomarse una foto con Edgar Borja Rangel. Ambos asambleístas habían protagonizado uno de los escándalos más recientes al interior del partido, luego de que se divulgaran –el 17 y el 21 de noviembre– grabaciones telefónicas que los involucran en presuntos actos de corrupción.

Después de su breve intercambio con Calderón, el asambleísta buscó al líder nacional del PAN, quien un mes antes había emplazado a la Comisión de Asuntos Internos a investigar a los asambleístas. “Deme una cita para exponerle mi caso. Que sean los hechos y no los dichos, los que hablen por mi”, pidió. “Búscame en mi oficina”, fue la respuesta.

“Nunca le pedí un trato preferencial, simplemente apelé a mi derecho de audiencia”, refiere apenas 12 horas después de enterarse de su expulsión de las filas partidistas, “pero como no pertenezco a su camarilla ni comulgo con la onda grupera procedieron a mi linchamiento. En el PAN hay una purga. Está vigente La Inquisición”.

Hace seis semanas, ante la divulgación del primer video que lo incriminaba, Borja Rangel había obedecido la instrucción del coordinador de la bancada panista en la ALDF, Federico Döring Casar, y había solicitado licencia para afrontar sus investigaciones. Pero Anaya pidió su cabeza, por lo que decidió regresar a su escaño. Ahora, afirma que no lo dejará por ningún motivo.

¿Y las llamadas telefónicas? El asambleísta acepta que es su voz, pero insiste en que fueron manipuladas. “Uso dos celulares, la línea de la oficina y a veces, la de mi casa. Desde hace dos años estoy alambreado. Lo que me extraña es que mi partido dé valor de verdad lo que es producto de prácticas mafiosas”.

La última comenzó a circular este fin de semana en Youtube y fue retomado por dos diarios capitalinos. La noche del domingo 4, justo después de la transmisión del mensaje de Año Nuevo del presidente Enrique Peña Nieto, el noticiero de MilenioTV presentó un extracto de la conversación, que fue retomado por el noticiero radiofónico de Joaquín López-Dóriga en la víspera de que iniciar formalmente la audiencia de desahogo de pruebas.

“En realidad son cuatro o cinco conversaciones que ocurrieron en agosto pasado”, explica, “en cuando tuve conocimiento de que estaban en Youtube, inmediatamente le llamé a mi esposa y le ofrecí una disculpa. Lo único que muestran es un exabrupto del cual estoy muy apenado”.

El asambleísta nunca ha actuado con pavura o vergüenza. Y creía que sin resolución judicial o administrativa en su contra, cualquier sanción partidaria simplemente sería improcedente. Pero la nueva embestida mediática, previa a su comparecencia ante la Comisión de Orden del PAN-DF, lo dejó noqueado.

“Actuaron bajo consigna, en un procedimiento al vapor hecho para violentar mis derechos y satisfacer apetitos electorales”, reclamó a los integrantes de la comisión jurisdiccional, “algunos azules y amarillos quieren fabricar una historia delictuosa y detener mi carrera política”.

Decretada su expulsión, se queja de las “irregularidades procesales” y niega categóricamente haber incurrido “en un acto ilegal”.

“Mi trabajo político podría llevarme a una diputación federal, pero estaba valorando postularme como candidato a jefe delegacional. La sanción me ha dejado fuera del proceso de selección”, lamenta. No obstante, dice que acudirá al CEN panista para reclamar sus derechos como militante. Y, en el caso extremo, al Tribunal Electoral.

¿Y quién le cree a Edgar Borja? “No es nada personal”, refiere un integrante de la dirigencia blanquiazul, “el discurso anticorrupción de Anaya se fortalece, si en casa aplican una política de cero tolerancia. Si robó o no, es irrelevante porque los audios son contundentes. Y que ya no le mueva, porque él sabe que en este tipo de dramas, por cada Abarca hay una Pineda”.

EFECTOS SECUNDARIOS

PERFILES. Si no hay exabruptos o rebeliones, este fin de semana el CEN del PRI abrirá el proceso de selección del candidato a la gubernatura de San Luis Potosí. Al igual que ocurre en Querétaro y Nuevo León, detentar el gobierno estatal no será suficiente, y en la entidad potosina, el tricolor podría ensayar un antídoto para afrontar a los candidatos del PAN, que están bien posicionados entre el electorado: la postulación de un empresario.

Juan Carlos Valladares, quien cuenta con un exitoso historial en el negocio del acero, la construcción y operación de obras civiles, entre ellas los dos hospitales más importantes de la entidad. Además, uno de los pilares en el proyecto del potosino es aprovechar las inversiones que generará la Reforma Energética e involucrar a la entidad en la generación de energía solar.

— Correo electrónico: aam@mexico.com

POR ALBERTO AGUIRRE / elarsenal.net