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Opinión

Que cuelguen a Papá Pitufo

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José Manuel Mireles pidió ayer al cártel de Los Caballeros Templarios que maten a dos integrantes de las autodefensas de Michoacán, con quienes compartió el liderazgo de esos grupos de civiles armados: Estanislao Beltrán “Papá Pitufo” y Alberto Gutiérrez “Comandante 5”.

“Que los cuelguen”, clamó.

La capacidad de asombro sufre dos vueltas de tuerca al saber que hoy este solicitante de crímenes se presenta en el Polyforum Cultural Siqueiros para pedir  lo mismo en un acto en el que lo respaldarán defensores de la paz y el amor al prójimo.

Al Encuentro Nacional de Autodefensas Ciudadanas asisten Javier Sicilia, líder del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad; el cura Alejandro Solalinde, director del albergue de migrantes “Hermanos en el Camino”; y el obispo Raúl Vera, acérrimo defensor de los derechos humanos.

Además, es organizado por Talía Vázquez, una abogada de casinos ligada por un ex colaborador al llamado zar de los casinos Juan José Rojas Cardona, e inspiradora de las “autodefensas ciudadanas”.

Tal pluralidad es una celebración de la democracia. Sin embargo, no está clara la mezcla, entre tantas personas que dedican sus vidas a defender la paz y la vida, con Mireles, quien pide que maten a otros.

Y que hace dos semanas apareció en una imagen sosteniendo la cabeza de un hombre asesinado en Michoacán para que alguien le tomara una fotografía, en medio de señalamientos que lo involucraron en el asesinato de cinco personas.

Así que Sicilia (el poeta católico y piadoso que lucha por la paz), Solalinde y Vera (dos sacerdotes afectísimos en Cristo y temerosos de Dios) tienen que saber que le hacen el juego a un hombre de armas, que es parte del círculo de muerte que azota a Michoacán desde el año 2000.

Porque en 1997, cuando en Sinaloa, Jalisco, Baja California y Tamaulipas el Ejército arreció la lucha contra los cárteles, Michoacán no figuraba como foco del tráfico de drogas. Fue en el 2000 que surgieron Los Chelos de Coalcomán, Los Tirado de Apatzingán, Los Naranjo de La Huacana…

Y se ahí se siguieron Los Valencia de Zitácuaro, Los Valencia de Uruapan y Los Zetas, hasta que La Familia Michoacana apareció en 2006 para “limpiar el estado de los criminales” y echó a Los Zetas. Pero en 2011 surgieron Los Caballeros Templarios para acabar con La Familia y, en 2012… José Manuel Mireles.

Con Mireles surgieron también los dos que ayer clamó para que sean colgados por Los Caballeros Templarios: Estanislao Beltrán “Papá Pitufo” y Alberto Gutiérrez “Comandante 5”. Los tres con el idéntico argumento de “limpiar el estado de los criminales”.

Es decir, lo mismo que dijo La Familia Michoacana en 2006.

Por  / elarsenal.net

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