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Opinión

Rebeldes en el Senado

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Pudo más la fuerza, que la razón. Al remover a Ernesto Cordero de la coordinación del grupo parlamentario del PAN en el Senado de la República, el jefe nacional del partido, Gustavo Madero Muñoz, mostró públicamente su verdadero talante.

En la acera de enfrente, también quedó claro el bloque anti-maderista que desde finales del año pasado presionaba para apurar un relevo en la dirigencia nacional del partido blanquiazul. Emplazado a la “refundación” del PAN por el entonces presidente Felipe Calderón Hinojosa, el ex senador de Chihuahua logró el respaldo de las corrientes tradicionales y enseguida, envalentonado, desafió a los calderonistas.

Madero, asesorado por Santiago Creel y Juan Molinar Horcasitas, caminó la ruta del Pacto por México, sin importarle empeñar la independencia de los diputados federales y los senadores. En el primer caso, el trabajo de Luis Alberto Villarreal y Jorge Villalobos garantizaba disciplina y lealtad.

La bancada panista en la Cámara Alta, por el contrario, es mayoritariamente calderonista. Y si los atropellos se convierten en una constante, no deberá descartarse la constitución de una “mini-bancada” de legisladores independientes, a la que podrían sumarse otros “rebeldes” de la izquierda, también cansados de las descortesías y las impertinencias de los dirigentes nacionales.

Con la remoción de Cordero, ¿ganó Madero? En gran medida depende del nombramiento del nuevo coordinador de los 38 senadores del PAN. La quintilla que circulaba en la víspera tenía, en realidad, solo dos cartas marcadas: el sonorense Héctor Larios –respaldado por los sectores más conservadores del partido– y el michoacano Salvador Vega Casillas, a quien Madero confió la operación política que lo llevó, a finales del 2011, a la presidencia nacional del PAN.

Entre los rebeldes, El Gallo concitaba menos resistencias, pero Larios será el nuevo coordinador de la bancada y tendrá como primera tarea apaciguar a los 24 senadores que han rechazado la línea política del jefe nacional de su partido. Tiene capacidad para ello, aunque tales méritos no garantizan que pueda frenar al bloque opositor al Pacto por México que se gestó en el Senado de la República y que tiene como protagonistas a los panistas Cordero y Roberto Gil Zuarth y a los perredistas Luis Miguel Barbosa y Manuel Camacho Solís, además del ex canciller Jorge G. Castañeda como ideólogo.

La sensatez del ex secretario de Hacienda ha puesto freno a lo que amenazaba en convertirse en un pleito político inédito dentro del PAN. Y es que si bien Gustavo Madero tuvo a bien desautorizarlo como coordinador del grupo parlamentario, existe elementos suficientes para controvertir esa determinación.

Los maderistas apelan a las facultades que otorga el Estatuto del PAN al presidente del Comité Ejecutivo Nacional para designar a los coordinadores parlamentarios. Los corderistas, por el contrario, recuerdan que la norma imperante en esta materia es la Ley Orgánica del Congreso de la Unión.

La fracción tercera del artículo 81 de ese ordenamiento jurídico establece textualmente: “los grupos parlamentarios podrán nombrar y sustituir libremente a quienes los representen en la Junta de Coordinación Política, mediante el acuerdo firmado por la mayoría de sus integrantes, que se comunicará formalmente a la Mesa Directiva”.

El estudio exhaustivo de esta situación obliga a revisar los documentos básicos del PAN. La facultad de designar a los coordinadores parlamentarios no están contenidas en el Estatuto, sino en el “Reglamento de las relaciones entre el Partido Acción Nacional y los Funcionarios Públicos de elección”, cuyo artículo dos dice, a la letra:

“Los Senadores, los Diputados Federales, los Diputados Locales de cada entidad y los integrantes de un mismo ayuntamiento postulados por el Partido Acción Nacional, constituirán un “grupo”. El presidente del comité correspondiente designará un coordinador de entre ellos, previa consulta a sus miembros…”.

El jefe nacional del PAN tiene plenas facultades para nombrar a los coordinadores parlamentarios federales, previa consulta a los integrantes de las bancadas. En el caso que nos ocupa, Ernesto Cordero no renunció y queda en su voluntad acudir al Tribunal Electoral para buscar revocar la decisión de Madero.

Habiendo ganado la batalla mediática, es lo menos probable. Convertirse en ex coordinador del grupo parlamentario servirá a Cordero para enfilarse a la presidencia nacional del partido. Al tiempo…

EFECTOS SECUNDARIOS

¿CONFUSIÓN? Hace 10 días, el líder de la mayoría priista en San Lázaro, Manlio Fabio Beltrones, aseguraba que “de inmediato” habría de convocarse al Congreso de la Unión a un periodo extraordinario de sesiones, para dar trámite a la reforma financiera propuesta por el secretario de Hacienda, Luis Videgaray. Apenas ayer, su colega perredista, Silvano Aureoles Conejo, descartaba tal celeridad. “No es un asunto sencillo, son 13 rubros en la materia, más un paquete de leyes diversas” detallaba el legislador michoacano, “entiendo la urgencia de tener un instrumento de esta naturaleza, pero si ya estamos haciendo reformas de este tamaño hay que hacerlas bien, una reforma que valga la pena, que salga lo menos cuestionado posible, que contenga lo más que se requiera para el desarrollo del país”, insistió el líder del PRD en la Cámara de Diputados.


Por: Alberto Aguirre / elarsenal.net / Correo electrónico: aam@mexico.com

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