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Opinión

Sin TV ¡nooo!

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Este lunes se realizó el apagón analógico en Tijuana, a pesar de que alrededor de 100 colonias no habían recibido los decodificadores ni las antenas correspondientes para captar la señal, por lo que la irritación social no se hizo esperar.

El primer día de apagón se vio ilustrado de protestas en las calles y el Ayuntamiento de Tijuana. Los cientos de inconformes son, en su mayoría, personas de escasos recursos a quienes no les fueron entregados los dispositivos para que sus viejos televisores no se quedaran sin señal.

Es lamentable, si, lamentable que se den este tipo de manifestaciones porque se quedaron sin ver televisión, sin ver las caricaturas, el talk show, la telenovela o la serie.

Es lamentable que el mexicano si salga a las calles para exigir su señal de tv, pero que ni siquiera chiste porque aumenta la gasolina mes tras mes, por el desempleo, por los salarios raquíticos, por el aumento en la inseguridad, por los desvíos de recursos a manos de ex gobernadores, y una lista muy larga de cosas que no están muy bien en el país.

“No tengo ni tele para verla, nada de televisión y el niño quiere ver las caricaturas, nos quedamos sin nada, y aquí no nos van a dar ni antenas”, decía una señora muy afligida porque en su televisor sólo se pueden ver barras monocromáticas.

Esto es una radiografía más del país que tenemos. Veamos, Tijuana es uno de los estados con mayores índices de violencia, los negocios están cerrando por la misma situación, es decir, la economía de un sector va para abajo ¡y los tijuanenses protestan porque los dejaron sin televisión! Esto sólo pasa en México.

La Cofetel argumenta que fueron 192,060 los hogares en los que se instaló un decodificador y/o antena digital. Sin embargo, los quejosos señalaron que no les llegaron dichos aparatos (no hubo una adecuada distribución) y debido a su precaria situación económica no tienen para adquirirlos, pues tan sólo el decodificador tiene un precio de alrededor de 800 pesos, ya ni hablemos de comprar una pantalla moderna.

Puede faltar un plato de comida, calzado, educación o servicios de salud en los hogares mexicanos, pero una televisión nunca. Lamentable.

Aunado a esto ya se comienzan a vislumbrar los “inconvenientes” en el  financiamiento de la transición. La Asociación de Redes de Telecomunicaciones (ATRM) cuenta con mil 600 millones de pesos, obtenidos de los Fondos de Cobertura Social (Foncos) de la SCT, mismos que resultarán insuficientes, de acuerdo con Salomón Padilla, vicepresidente de la asociación.

Por lo pronto, el despacho jurídico Krasovsky ya se encarga de tramitar amparos a la ciudadanía que así lo solicite, con el propósito de detener el “apagón”; y en lo que respecta al alcalde de esta ciudad fronteriza, Carlos Bustamante, además de deslindarse del problema porque se trata de un “asunto federal”, solicitará a la Cofetel que aplace la transición hacia la Televisión Digital Terrestre (TDT). “Solicitaré ante las autoridades competentes una prórroga al apagón digital, para evitar que se perjudique a los tijuanenses ante la falta de señal televisiva en sus casas”, remató.

Es absurdo que el señor Bustamante prefiera dotar de señal televisiva a los tijuanenses y no de mejores empleos, por ejemplo. Cambiar este panorama está en el ciudadano, no en la televisión.

Por: Berenice Sevilla / elarsenal.net

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