Sobre el cadáver de Los Chuchos

¿Divisiones en el PRD? No hay. “César Camacho nos trae muy disciplinados”, reviró, de bote pronto, el senador Mario Delgado. La ironía del comentario era reflejo de la censura de los ebrardistas a la política de “oposición constructiva” con el gobierno federal que ha seguido el dirigente de ese partido, Jesús Zambrano, en el marco del Pacto por México.

En el equipo de los Chuchos dicen que toda la molestia de Marcelo es porque no son ellos los protagonistas del Pacto. “Es la herida de Ebrard”, manifestó el diputado de Nueva Izquierda, Fernando Belaunzarán.

El otrora ceuista sabe que en el PRD no quedan muchas figuras de la talla de Marcelo .

Está convencido de que el ex jefe de gobierno puede ser un buen presidente del partido y hasta un excelente candidato presidencial. Pero antes debe convertirse en “factor de unidad” al interior del PRD.

“No es el primero que quiere pasar sobre el cadáver de Los Chuchos, sin lograrlo. Ya lo hizo Rosario Robles. El éxito de Marcelo es su imagen de izquierda responsable. Es un activo en el partido, pero tiene que tomar la ruta de la conciliación, si quiere concretar sus anunciados planes”, advirtió Fernando.

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El priista Francisco Arroyo sacó su celular mientras enfilaba al estacionamiento del Palacio Legislativo. El presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados buscó el mensaje con los nombres de los supuestos cinco finalistas para reemplazar a Sergio García Ramírez, quien renunció a su asiento en el Consejo General del IFE.

Iba de prisa. Se le hacia tarde para una comida. Alcanzó a mostrar la pantalla de su teléfono. “Esta es la lista”, nos dijo

La encabezaba el investigador y analista político José Fernández Santillán. La integraban también Santiago Nieto Castillo, Arturo Bolio Cerdán, Enrique Andrade González, y Antonio Horacio Gamboa Chabban.

A excepción del primero, los demás son de perfil discreto. Nadie los conoce.

Llamaba la atención que no se integrara a ningún priista prominente. El tricolor tardó 18 meses en lograr que aceptaran a García Ramírez, ex secretario general de ese partido, como consejero del IFE. No parecía fácil que renunciara a ese lugar. Pero entre los “finalistas” no aparecían ni Aguilar Iñarritu, ni Jorge Moreno Collado, ni José Elías Romero Apis.

Gato encerrado.

“¿Por qué no hay priistas prominentes entre los finalistas?”, le preguntamos a Arroyo

La respuesta no pudo ser mas clásica: “Lo importante es que cumplamos con nuestra responsabilidad. Si quieren insacular, insaculamos…”, repuso el diputado del PRI.

Poco les duro el gusto a los finalistas. El también priista Alejandro Moreno, presidente de la Comisión de Gobernación, resolvió cuidar las formas. Le dio marcha atrás al dictamen, a pesar de que tenía las firmas suficientes para aprobarlo.

Ese aval incluía a casi todos los perredistas, incluida la secretaria de la Comisión, Lizbeth Rojas, vinculada a René Bejarano. Hasta el radical Manuel Huerta Ladrón de Guevara rubricó el dictamen. Solo dos amarillos no lo firmaron: Fernando Balanuzarán y Rodrigo González Baños. Los panistas si votaron en contra.

Lo curioso del asunto es que los bejaranistas firmaran el dictamen. En los pasillos de San Lázaro corren versiones de que el famoso profesor tiene un acuerdo con el tricolor. La bronca es que no le alcanza para cumplir. Con los votos de sus diputados y los del PRI, el PVEM; y el Panal alcanzan, a lo sumo, 280 votos.

Lejos de los 334 votos requeridos, en caso de que asistan los 500 diputados.

A las nueve de la mañana de hoy esta convocada la mesa directiva de la Comisión de Gobernación. “Puede ser que se vote el dictamen con esos o con otros nombres”, nos dijo el perredista.

De lo que sí está seguro es que el dictamen no alcanza la mayoría calificada que se requiere en el pleno para su aprobación. El PAN y una parte del PRD se oponen a la elección inmediata del consejero. Quieren primero el diseño del nuevo órgano nacional electoral y luego a las personas.
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La maldita realidad se aferra a echar por tierra los planes del gobierno federal de cambiar la percepción sobre la violencia en el país. Mientras el secretario de Gobernación, Miguel Osorio Chong, presumía una baja en los homicidios –918 menos que en el mismo periodo del 2011—en Michoacán se reportaban catorce muertos en balaceras en enfrentamientos entre delincuentes y la fuerza pública.

Osorio se quiso curar en salud. No se acababan de contabilizar los muertos en los municipios de Apatzingán y Múgica, y ya alertaba a Joaquín López Dóriga sobre posibles reacciones del crimen organizado a la acciones del gobierno. “Esto no nos aleja de un evento que pudiera suceder en cualquier momento, en el cualquier estado, en cualquier circunstancia”, dijo.

Mas tardó en decirlo que en producirse.
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El mero Día del Maestro –15 de mayo—arrancará el Programa de Prevención de la Violencia en 57 demarcaciones del país. Un total de 48 municipios, 7 zonas metropolitanas y dos delegaciones del DF se verán beneficiadas con este plan, que cuenta con un presupuesto de 115 mil millones de pesos.

El subsecretario de Prevención y Participación Ciudadana de la Segob, Roberto Campa, lo confirmó durante su comparecencia ante integrantes de la Comisión de Seguridad en San Lázaro.

Le fue bien al funcionario en San Lázaro. Hubo cuestionamientos sobre los índices de violencia, sí, pero muy respetuosos. Se fue contento por el trato amistoso y fraterno que recibió de todos los partidos.

Por. Francisco Garfias/ elarsenal.net