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Opinión

“Soplar pitos”, la nueva ocurrencia de Mancera

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 Leí la nota de reojo. De inmediato pensé que se trataba de una divertida vacilada más del Deforma. “Seguro es broma, porque demasiada estupidez no puede ser real”, me dije a mí mismo, en un intento de resistirme ante tanta sosería. Pero no, la cosa iba en serio. ¿En serio?

En la tarde del miércoles 25 de mayo, el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera Espinosa, anunció lo que sin duda será clasificada como una de las acciones más mentecatas de su gestión, que, de por sí, no ha sido buena. Les recomiendo tomar asiento, porque el impacto puede ser brutal: ¡se entregarán silbatos para repeler la violencia hacia las mujeres en los espacios públicos!Leyeron bien. Ya pueden reírse (o llorar).

Durante un evento oficial para presentar los primeros resultados de su deplorable, insulsa e ineficaz estrategia “30-100”, dizque para combatir la violencia hacia las mujeres, Mancera anunció la entrega de silbatos, los cuales deberán hacerse sonar por parte de las féminas ante inminentes agresiones, actos de acoso o situaciones de riesgo en los espacios públicos. Por si no lo han visto, aquí está el video:

Y no se preocupen, por favor, porque creo que el silbato viene con un instructivo para saber utilizarlo correctamente, por si ustedes de plano no conocen a fondo el arte de soplar. Y, al parecer, también viene con una correa, para que se lo puedan colgar junto a las llaves de su casa y a su inútil medallita de San Judas Tadeo. Ese Mancera pensó en todo, ya saben. Asombra su genialidad.

Yo sé que es difícil entender tal disparate, sobre todo porque corre a cuenta del erario público, o sea, de la bolsa de dinero en común, a la que muchos contribuimos a regañadientes. Al igual que ustedes, yo también me he mirado en el espejo para preguntarme: ¿de veras pagamos impuestos para tener que soportar estas insensateces?

¡Qué caro pagamos la inexistencia de la revocación del mandato en nuestra democracia disfuncional!

Las reacciones, obviamente, no se han hecho esperar. Entre memes y albures, la iniciativa de Mancera se ha convertido en una joya de la tragicomedia mexicana contemporánea.

Es de pena ajena, totalmente, sobre todo cuando vemos cómo las “súper feministas” y las “mujeres empoderadas con perspectiva de género” del gabinete mancerista, tipo Patricia MercadoTeresa IncháusteguiAmalia GarcíaAlejandra BarralesLeticia Quezada, etc., han tenido que mascar tachuelas y reírle la gracia al Jefe de Gobierno.

Y, claro, al igual que ustedes yo también me he imaginado la escena ésa en donde unos cuantos policías, en horas pico del Metro, anden como ratones de experimento pavloviano, corriendo de un lado a otro, ya sea atendiendo las múltiples sopladas de pito realizadas por las féminas que se sientan amenazadas, ya sea tratando de salvar de la turba linchadora al pobre paisano que, entre tanta y tanta gente, no pudo evitar el roce accidental con una mujer hipersensible que, sólo por esto, aduzca haber sido manoseada, herida, violentada, ultrajada y humillada.

Y, claro, al igual que todos ustedes, también yo me pregunté: ¿cómo le vamos a hacer para distinguir laspitadas de las mujeres en situación de peligro de las pitadas de los agentes de tránsito, de los árbitros de futbol, de los “viene-viene” que pululan en las calles o de los chamacos que juegan al silbato?

Nada de esto tiene sentido, obvio, sobre todo si lo vemos a la luz de la llamada de alerta más antigua y universal de toda la historia de la humanidad: el grito de auxilio, esa voz visceral e instintiva que, además de llamar la atención al igual que el silbato, tiene el poder de transmitir algo que jamás podrá transmitir una pitada… ¡la angustia y el miedo de la víctima real o potencial!

Además, para que el pito pudiera cumplir con su objetivo, tendría que mantenerse permanentemente en los labios o las manos de las mujeres: ¿se imaginan todo lo que le puede pasar a una mujer en lo que busca el risible silbato entre su ropa o su bolsa?

Por otra parte, ¿cómo sabremos que la pitada escuchada de veras equivale a una situación de violencia hacia una mujer, y no a un recurso mañoso de una mujer para fingirse “víctima” con tal de fastidiar a un hombre que le desagrade?

Vienen tantas cosas a la mente que nunca acabaríamos. Pero de una cosa podemos estar seguros: casi todo lo que cruza por nuestra cabeza es para dejar en ridículo a la política silbadora de Mancera, quien, por lo visto, no tiene equipo que le ayude a presentar algo más que bobas ocurrencias.

Y aunque el tema es difícil, lo cierto es que la primera acción sensata y realista que debemos implementar en relación con la violencia hacia las mujeres, es la capacitación en materia de defensa personal, artes marciales, manejo de armas, y técnicas de evasión y de escape.

No nos engañemos y apeguémonos a la realidad. Las policías no tienen suficientes elementos, además de que éstos no suelen estar bien capacitados. Y la mayoría de las agresiones cometidas contra las mujeres se hace en lugares y tiempos idóneos para los agresores: oscuridad, aislamiento, lejanía, etc.

¿Cuál es la única persona que siempre estará presente con una mujer cuando ésta sea agredida? Respuesta clara y sencilla: sólo ella misma. Por lo tanto, un gobierno de veras responsable debe promover la autodefensa; y hacerlo no para sustituir a los cuerpos de seguridad ni a los órganos de justicia, sino para complementarlos con un sentido de crudo realismo.

Por ello, en vez de andar con “sopladas de pito”Mancera debe promover la enseñanza de las técnicas más efectivas de defensa personal, artes marciales y manejo de armas no-letales. Al menos esto.

En vez de estar programando tantas clases de zumba para mujeres gorditas que desean ser esbeltas, elGobierno de la Ciudad de México debe invertir en clases de defensa personal, especialmente para mujeres, para que éstas, además de ejercitarse, aprendan algo muy útil para el mundo en el que vivimos:repeler agresiones con eficacia para, al menos, poder huir, escapar y salir ilesas.

POR  / CIUDADANO CEROCOLUMNAS / elarsenal.net

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