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Curiosidades

6 aterradoras torturas que no le desearían ni a su peor enemigo

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Olvídense de la nostalgia que invadió a Owen Wilson en “Medianoche en París”: Los tiempos pasados nunca fueron mejores. De hecho, deberían agradecer por vivir como viven, y en la época correcta.

Se los mencionamos porque les mostraremos 6 torturas que la Santa Inquisición utilizó desde el siglo XIV hasta el XVIII. Miles de inocentes pasaron por estos métodos de suplicio.

1. Tortura del agua: Imagínense que su estómago explote, presionado contra un alambre de espino. Porque esto sucedía con esta tortura. Se ataba a la víctima con un alambre, se le ataba la boca para que no pudiese vomitar y por unos tubos en los conductos nasales se le introducía agua, hasta que su estómago se hinchase. Allí los alambres se clavaban, y el forcejeo hacía que el alambre también se clavase en todo su cuerpo.

Pero eso no era todo: Los torturadores comenzaban a pegar patadas y a saltar encima de la víctima hasta que el estómago explotase y muriesen.

2. La tortura de la pera: Imagínense agonizar con un objeto introducido en sus genitales o ano, que tiene un pincho y comienza a girar dentro. De esto se trataba esta tortura.

3. La tortura de la cuña: ¿Podrían tolerar el dolor de sentir cómo un afilado hierro los va partiendo en dos gracias a su peso? Pues bien, de esto se trataba: La víctima se sentaba sobre una cuña de metal afilada, y el peso del cuerpo la iba partiendo en dos. Obviamente, la víctima tenía amarradas bolas de metal para poder ser torturada. Esta moría desangrada, o amputada.

4. La tortura de la sierra: Imaginen que cortan su cuerpo en dos con una sierra que no está bien afilada. Pero desde su parte genital. Pues bien, a la víctima se le colgaba boca abajo de los tobillos. Esto oxigenaba el cerebro y la mantenía consciente. Luego, se procedía con la sierra. La víctima perdía el conocimiento antes de llegar al ombligo. Durante todo eso, su propia sangre corría hasta llegar por su cabeza.

5. El machacador de cabezas: ¿Se imaginan sentir cómo su cráneo es aplastado? El machacador de cabezas  era un utensilio en el cual introducían la cabeza, y mediante un rodamiento la apretaban. Los dientes estallaban o se iban clavando en los huesos de la mandíbula. Los ojos se salían de las cuencas cuando el cráneo se rompía, y se salía el cerebro por los oídos.

6. El arrancador de senos: Eran unas tenazas que frías o al rojo vivo, destajaban estas partes del cuerpo.

publimetro.cl

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