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Cómo discutir un tema sin enojarse: consejos para jóvenes

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¿Alguna vez has tenido una discusión con alguien que piensa diferente a ti y te has sentido frustrado, enojado o herido? ¿Te gustaría aprender a discutir de forma civilizada, respetuosa y constructiva? Si tu respuesta es sí, entonces este artículo es para ti.

Discutir no significa pelear, sino intercambiar opiniones, ideas o argumentos sobre un tema con el fin de llegar a un entendimiento, un acuerdo o una solución. Discutir puede ser una forma de aprender, de ampliar tu visión del mundo y de mejorar tus habilidades comunicativas. Sin embargo, muchas veces las discusiones se convierten en conflictos, en los que las personas se atacan, se ofenden o se cierran al diálogo.

Para evitar que esto ocurra, te compartimos algunos consejos que te ayudarán a discutir sin alterarte ni alterar a los demás:

1. Escucha atentamente

El primer paso para discutir bien es escuchar bien. Esto significa prestar atención a lo que dice la otra persona, sin interrumpirla, sin distraerte ni pensar en lo que vas a decir después. Trata de comprender su punto de vista, sus razones y sus emociones. No asumas que sabes lo que piensa o siente, sino que pregunta si tienes dudas o quieres profundizar más. Demuestra interés y respeto por lo que dice, asintiendo con la cabeza, manteniendo el contacto visual y usando expresiones como “entiendo”, “te escucho” o “gracias por compartir”.

2. Expresa tu opinión con claridad y respeto

Después de escuchar a la otra persona, es tu turno de expresar tu opinión. Hazlo con claridad y respeto, sin gritar, insultar o burlarte. Usa un lenguaje sencillo y directo, evitando las ambigüedades, las ironías o las generalizaciones. Explica por qué piensas lo que piensas, dando ejemplos, datos o evidencias que apoyen tu argumento. Reconoce también los aspectos positivos o válidos del punto de vista contrario, mostrando apertura y flexibilidad.

3. Busca puntos en común

En lugar de enfocarte solo en las diferencias o los desacuerdos, trata de encontrar puntos en común con la otra persona. Estos pueden ser valores, intereses, objetivos o necesidades que compartan. Al hacerlo, estarás creando un clima de confianza y cooperación, que facilitará el diálogo y la búsqueda de soluciones. También puedes usar el humor o la empatía para aliviar la tensión o el malestar que pueda surgir durante la discusión.

4. Controla tus emociones

Discutir puede generar emociones intensas como ira, frustración, tristeza o miedo. Estas emociones son normales y válidas, pero pueden interferir con tu capacidad de razonar, comunicar o escuchar. Por eso es importante que aprendas a controlarlas y a expresarlas adecuadamente. Para ello puedes usar técnicas como respirar profundamente, contar hasta diez, tomar un vaso de agua o pedir un tiempo para calmarte. También puedes expresar cómo te sientes usando frases como “me siento…”, “me molesta…” o “me duele…”. Evita culpar o acusar a la otra persona por cómo te sientes.

5. Sé humilde y dispuesto a aprender

No pretendas tener la razón absoluta ni imponer tu opinión a los demás. Reconoce que puedes estar equivocado, que puedes cambiar de opinión o que puedes aprender algo nuevo. Sé humilde y dispuesto a escuchar otras perspectivas, a aceptar críticas constructivas o a pedir disculpas si cometes un error. Recuerda que discutir no es una competencia para ganar o perder, sino una oportunidad para crecer y mejorar.

6. Busca soluciones creativas y consensuadas

El objetivo final de una discusión no debe ser convencer o vencer a la otra persona, sino encontrar una solución que beneficie a ambos o al menos que no perjudique a ninguno. Para ello, es necesario buscar soluciones creativas y consensuadas, que integren los intereses y las necesidades de cada uno. Puedes usar técnicas como el brainstorming, el análisis de ventajas y desventajas o el método de los seis sombreros para pensar. También puedes recurrir a fuentes externas de información, como libros, artículos, expertos o mediadores, que te ayuden a resolver el problema o a ampliar tu visión del tema.

Siguiendo estos consejos, podrás discutir un tema sin enojarte ni enojar a los demás. Así podrás disfrutar de las discusiones como una forma de aprender, de comunicarte y de relacionarte con los demás.

Fuentes consultadas:

  • Cómo discutir sin necesidad de pelear – La Mente es Maravillosa¹
  • Cómo discutir sin alterarse: 6 Consejos de expertos – Better2you²
  • ¿Cómo digo lo que digo?: Discutir no significa enojarse³

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