¿Qué hacer para dejar de tomar refresco?

El refresco es una de las bebidas más populares y consumidas en México, pero también una de las más dañinas para la salud. Según la Universidad de Yale, México es el país que más consume refresco a nivel mundial, con un promedio de 163 litros por persona al año¹. Esto se traduce en un alto riesgo de padecer obesidad, diabetes, enfermedades cardiovasculares, cáncer y otros problemas de salud.

Si quieres cuidar tu salud y mejorar tu calidad de vida, una de las mejores decisiones que puedes tomar es dejar de tomar refresco. Aunque al principio puede parecer difícil, los beneficios que obtendrás valen la pena el esfuerzo. Aquí te contamos algunos de ellos y te damos algunos consejos para lograrlo.

Beneficios de dejar el refresco

• Perderás peso. El refresco contiene una gran cantidad de azúcar y calorías vacías, que se acumulan en forma de grasa en el cuerpo. Al dejar el refresco, reducirás tu ingesta calórica y facilitarás la quema de grasa. Según Malia Frey, autora en la página About Health, dejar por completo el refresco supondría reducir la ingesta anual de calorías en más de 200 mil².
• Mejorarás tu salud dental. El ácido cítrico y el azúcar del refresco erosionan el esmalte de los dientes, provocando caries, sensibilidad y manchas. Al sustituir el refresco por agua, protegerás tus dientes y lucirás una sonrisa más sana y bonita.
• Protegerás tu corazón. El refresco aumenta la presión arterial, el colesterol, los triglicéridos y la inflamación, lo que puede derivar en enfermedades cardíacas crónicas. Al dejar el refresco, mejorarás tu circulación sanguínea y reducirás el riesgo de sufrir un infarto o un accidente cerebrovascular³.
• Prevenirás la diabetes. El refresco eleva los niveles de azúcar en la sangre, lo que puede causar resistencia a la insulina y diabetes tipo 2. Un estudio publicado en la revista Diabetes Care encontró que consumir bebidas azucaradas de manera inmoderada durante cuatro años está “asociado a un riesgo de diabetes un 16% mayor en los cuatro años siguientes”⁴. Al dejar el refresco, mantendrás tu glucosa bajo control y evitarás las complicaciones de la diabetes.
• Fortalecerás tus huesos. El refresco contiene fósforo, que puede interferir con la absorción de calcio y debilitar los huesos. Además, la cafeína del refresco puede provocar una pérdida de masa ósea al aumentar la excreción de calcio por la orina. Al dejar el refresco, conservarás tu densidad ósea y prevenirás la osteoporosis.
• Tendrás más energía. El refresco puede darte un subidón momentáneo de energía por su contenido en azúcar y cafeína, pero luego te hará sentir cansado y decaído por el efecto rebote. Al dejar el refresco, evitarás estos altibajos y tendrás una energía más estable y duradera.

Consejos para dejar el refresco

• Reduce el consumo gradualmente. Si tomas mucho refresco al día, no intentes dejarlo de golpe, pues puedes sufrir síntomas de abstinencia como dolor de cabeza, irritabilidad o ansiedad. Lo mejor es ir disminuyendo la cantidad poco a poco, hasta eliminarla por completo.
• Busca alternativas saludables. Puedes reemplazar el refresco por agua natural o mineralizada, infusiones, jugos naturales o licuados de frutas. Estas bebidas te hidratarán mejor y te aportarán vitaminas, minerales y antioxidantes.
• Evita las tentaciones. No compres refresco para tener en casa, ni lo pidas cuando salgas a comer. Si tienes antojo de algo dulce, opta por una fruta, un chocolate amargo o un chicle sin azúcar.
• Motívate con tus logros. Lleva un registro de los días que llevas sin tomar refresco y celebra tus avances. Piensa en los beneficios que estás obteniendo y en lo bien que te sientes. Recuerda que cada día que pasas sin refresco es un día más de salud y bienestar.

Dejar el refresco es una de las mejores decisiones que puedes tomar para cuidar tu salud y mejorar tu calidad de vida. No solo te verás mejor, sino que te sentirás más feliz, más fuerte y más sano. ¿Te animas a intentarlo?

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