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Salud y Familia

¿Qué riesgo hay de comprar pollo contaminado con salmonella?

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La salmonella es una bacteria que puede causar una enfermedad llamada salmonelosis, que se caracteriza por síntomas como diarrea, fiebre y cólicos abdominales. Esta enfermedad se puede transmitir por el consumo de alimentos contaminados, especialmente el pollo crudo o poco cocido.

Según los CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos), cada año alrededor de un millón de personas se enferman por comer pollo contaminado con salmonella. Además, estiman que aproximadamente 1 de cada 25 paquetes de pollo en el supermercado está contaminado con esta bacteria.

Por lo tanto, el riesgo de comprar pollo contaminado con salmonella es bastante alto, y se debe tener mucho cuidado al manipularlo y cocinarlo. Algunas medidas de prevención que se recomiendan son las siguientes:

  • Colocar el pollo en una bolsa desechable antes de ponerlo en el carrito de compras, o en la parte de abajo del carrito, para evitar que los jugos crudos entren en contacto con otros alimentos.
  • Mantener el pollo en el estante inferior del refrigerador en envases sellados o bien envuelto, de modo que el jugo no gotee sobre otros alimentos.
  • No lavar el pollo crudo, ya que puede salpicar y contaminar otras superficies o utensilios. El pollo crudo está listo para cocinar y no necesita ser lavado antes.
  • Usar una tabla de cortar diferente para el pollo crudo. Nunca colocar alimentos cocidos ni verduras o frutas frescas sobre un plato, tabla de cortar u otra superficie que antes haya tenido pollo crudo.
  • Lavar las tablas de cortar, los utensilios, los platos y los mesones con agua jabonosa caliente después de preparar pollo y antes de preparar el siguiente alimento.
  • Usar un termómetro de alimentos para asegurarse de que el pollo se cocine hasta alcanzar una temperatura interna segura de 165 °F (74 °C).
  • Refrigerar o congelar los sobrantes de pollo dentro de las dos horas posteriores a la cocción.

Siguiendo estas pautas, se puede reducir el riesgo de contraer salmonelosis por el consumo de pollo. Sin embargo, si se presentan síntomas de la enfermedad, se debe consultar a un médico lo antes posible.

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