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Salud y Familia

Prostatitis: qué es, cómo se trata y cómo se previene esta enfermedad de la próstata

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La prostatitis es una enfermedad que afecta a la próstata, una glándula del sistema reproductor masculino que produce el líquido seminal. La prostatitis se caracteriza por la inflamación y/o la infección de la próstata, que puede causar síntomas como dolor al orinar, fiebre, dificultad para vaciar la vejiga y molestias en la zona pélvica. La prostatitis puede ser de varios tipos, según su causa, su duración y su gravedad.

Tipos de prostatitis

Según la clasificación más aceptada, existen cuatro tipos de prostatitis:

  • Prostatitis bacteriana aguda: Es la forma más grave y menos frecuente de prostatitis. Se produce por una infección bacteriana de la próstata, que suele estar causada por las mismas bacterias que provocan las infecciones urinarias, como E. coli, Klebsiella o Proteus. Los síntomas suelen ser intensos y aparecen de forma repentina, e incluyen fiebre alta, escalofríos, dolor al orinar, dolor pélvico y orina turbia. Si no se trata adecuadamente, puede complicarse con sepsis o shock séptico, que ponen en riesgo la vida del paciente.
  • Prostatitis bacteriana crónica: Es una forma de prostatitis que se mantiene en el tiempo o se repite con frecuencia. Suele deberse a una infección bacteriana persistente o recurrente de la próstata, que no se elimina por completo con los tratamientos habituales. Los síntomas son menos severos que en la forma aguda, pero pueden afectar a la calidad de vida del paciente. Entre los síntomas más comunes se encuentran el dolor al orinar, la necesidad frecuente de orinar, el dolor pélvico y la disfunción eréctil.
  • Prostatitis crónica no bacteriana o síndrome de dolor pélvico crónico: Es el tipo más común de prostatitis, que afecta a alrededor del 90% de los casos. Se caracteriza por la presencia de dolor pélvico persistente o recurrente durante al menos tres meses, sin evidencia de infección bacteriana. El dolor puede variar en intensidad y localización, y puede afectar al perineo, al pene, al escroto o al recto. También puede haber otros síntomas urinarios o sexuales, como dificultad para orinar, goteo postmiccional o eyaculación dolorosa. La causa exacta de este tipo de prostatitis es desconocida, pero se cree que puede estar relacionada con factores como el estrés, los traumatismos locales, las alteraciones del sistema nervioso o las reacciones autoinmunes.
  • Prostatitis inflamatoria asintomática: Es una forma de prostatitis en la que se detecta inflamación de la próstata mediante pruebas médicas, pero no hay síntomas clínicos. Se suele descubrir de forma incidental al realizar un análisis de sangre o una biopsia prostática por otras razones. No requiere tratamiento específico ni afecta a la salud del paciente.

Diagnóstico y tratamiento

El diagnóstico de la prostatitis se basa en la historia clínica del paciente, el examen físico y las pruebas complementarias. Entre las pruebas más utilizadas se encuentran el análisis de orina, el cultivo de orina y semen, el tacto rectal, el análisis de sangre (incluyendo el antígeno prostático específico o PSA), el ultrasonido prostático y la biopsia prostática.

El tratamiento de la prostatitis depende del tipo y de la gravedad de la enfermedad. En general, se pueden emplear los siguientes recursos:

  • Antibióticos: Son el tratamiento de elección para las formas bacterianas de prostatitis. Se deben elegir según el tipo de bacteria y la sensibilidad a los fármacos. El tiempo de tratamiento puede variar desde unas semanas hasta varios meses.
  • Antiinflamatorios: Son útiles para aliviar el dolor y la inflamación asociados a la prostatitis. Se pueden usar tanto antiinflamatorios no esteroideos (AINE) como corticoides.
  • Analgésicos: Son medicamentos que ayudan a controlar el dolor pélvico. Se pueden usar desde paracetamol hasta opioides, según la intensidad del dolor.
  • Alfa-bloqueantes: Son fármacos que relajan los músculos de la próstata y la vejiga, facilitando el flujo de orina. Se usan sobre todo en las formas crónicas de prostatitis, para mejorar los síntomas urinarios.
  • Fitoterapia: Son productos naturales que pueden tener efectos beneficiosos sobre la próstata, como el saw palmetto, la ortiga o el pygeum. Su eficacia no está demostrada científicamente, pero pueden ser una opción complementaria al tratamiento convencional.
  • Fisioterapia: Es una modalidad terapéutica que puede ayudar a mejorar el dolor pélvico y la función sexual. Consiste en ejercicios de estiramiento, masajes, calor local y biofeedback.
  • Cirugía: Es una opción reservada para los casos más graves o refractarios al tratamiento médico. Consiste en extirpar parte o toda la próstata mediante técnicas quirúrgicas convencionales o mínimamente invasivas.

Prevención y pronóstico

La prevención de la prostatitis se basa en mantener una buena higiene íntima, evitar las infecciones de transmisión sexual, beber abundante agua, vaciar la vejiga con regularidad y practicar una actividad física moderada. También se recomienda evitar el consumo excesivo de alcohol, cafeína y alimentos picantes, que pueden irritar la próstata.

El pronóstico de la prostatitis depende del tipo y de la respuesta al tratamiento. En general, las formas agudas tienen una buena evolución si se tratan a tiempo y con los antibióticos adecuados. Las formas crónicas pueden ser más difíciles de curar y requerir tratamientos prolongados o combinados. La prostatitis no aumenta el riesgo de cáncer de próstata ni afecta a la fertilidad.

Por Abimael Arana Monje

Fuentes

1: Mayo Clinic. Prostatitis – Síntomas y causas. Consultado el 28 de octubre de 2023.

2: MD.Saúde. Prostatitis: qué es, causas, síntomas y tratamiento. Consultado el 28 de octubre de 2023.

3: Johns Hopkins Medicine. Prostatitis. Consultado el 28 de octubre de 2023.

4: Secretaría de Salud. ¿Qué significa prostatitis? Consultado el 28 de octubre de 2023.

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