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Ciencia

¿Sabías que la Tierra está girando más rápido de lo habitual?

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Según los científicos, el año 2020 fue el más corto desde que se tienen registros, con una duración media de 86.400,09 segundos. Esto significa que el planeta completó sus rotaciones en menos tiempo del esperado, y que algunos días fueron más breves que otros. ¿A qué se debe este fenómeno y qué consecuencias tiene para nosotros?

La velocidad de rotación de la Tierra no es constante, sino que varía por diversos factores, como las mareas, los vientos, los movimientos tectónicos o las erupciones volcánicas. Estos eventos pueden alterar la distribución de la masa del planeta y afectar a su momento angular. En general, la tendencia es que la Tierra gire cada vez más lento, debido a la atracción gravitatoria de la Luna y el Sol. Sin embargo, en algunos períodos puede acelerarse temporalmente por causas naturales o antrópicas.

El año pasado, la Tierra giró más rápido de lo normal, y se estima que este año seguirá haciéndolo. Algunos expertos sugieren que esto podría deberse al cambio climático, que está modificando la circulación atmosférica y oceánica. Otros apuntan a las oscilaciones en el núcleo terrestre, que también influyen en la rotación. Sea cual sea la razón, lo cierto es que este fenómeno tiene implicaciones prácticas para nuestra vida cotidiana.

Una de ellas es la necesidad de ajustar los relojes atómicos, que son los que marcan el tiempo universal coordinado (UTC). Estos relojes son extremadamente precisos y se basan en las vibraciones de los átomos para medir el tiempo. Sin embargo, al no coincidir con el ritmo de rotación de la Tierra, se requiere añadir o restar segundos intercalares cada cierto tiempo para sincronizarlos. El último segundo intercalar se añadió en 2016, pero si la Tierra sigue acelerando su giro, quizás haya que restar uno pronto.

Otra consecuencia es el efecto sobre los satélites artificiales, que orbitan alrededor de la Tierra y dependen de su velocidad de rotación para mantenerse en su posición. Si esta cambia, los satélites pueden desviarse de su órbita y perder su funcionalidad. Esto puede afectar a servicios como el GPS, la telefonía móvil o la televisión por satélite. Por eso, es importante monitorear constantemente la rotación terrestre y corregir las anomalías que se detecten.

En conclusión, la Tierra está girando más rápido de lo habitual y esto tiene consecuencias para nuestra sociedad. Aunque no podemos percibirlo directamente, este fenómeno nos afecta en aspectos como el tiempo o las comunicaciones. Por eso, es necesario estar atentos a los cambios que se produzcan y adaptarnos a ellos.

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