Opinión
Arrancaron las campañas 2018: mediocridad e insipidez

Se veía venir esto, pero siempre resulta muy útil la comprobación empírica.
Llegó el 30 de marzo y por supuesto que se esperaba un inicio de campañas soso y fofo: entre la política electorera y las vacaciones, la gente prefirió las vacaciones (la mitología cristiana fue sólo un pretexto). Y por si esto fuera poco, los candidatos presidenciales no pensaron en serio en la trascendencia mediática de sus actos inaugurales.
Mediocridad e insipidez es la nota común del arranque de todas las campañas. Ninguna se salva.
Margarita Zavala, sobre la cual sigue pesando la trampa de las firmas apócrifas, comenzó su show en el Ángel de la Independencia, justo en los primeros minutos del viernes. Afectada por el Síndrome de Jenny Rivera, se auto-proclamó “guerrera”. Claro, le faltó lo de “mamá luchona” y todo el resto. Su pésima oratoria la sigue acompañando, pese a llevar su discurso por escrito.
También se dijo “la candidata del pueblo”. Al igual que AMLO, Margarita cree incorrectamente que el “pueblo” es una realidad única y uniforme y que se halla justo de su parte.
Es un hecho que Margarita no va a ganar y que sólo está haciendo el papel de “tonta útil” de MORENA.
Ricardo Anaya comenzó con un hackaton en la Expo Santa Fe de la Ciudad de México. Quiso verse muy innovador. No quiso un acto de campaña típico, así que sólo reunió a 1,200 millenials (algunos dicen que sólo llegaron 500) dizque para elaborar propuestas tecnologizadas para combatir los tres grandes males de México: la violencia, la desigualdad y la corrupción.
Hasta la fecha, seguimos sin saber a qué conclusiones llegaron los jóvenes que participaron en ese hackaton. Y, claro, saltó a la vista la “alta tecnología” utilizada por Ricardo Anaya para su discurso: unas cuantas hojitas de papel. ¡Chingao, aunque sea hubiera echado mano de una tablet, un apuntador, un teleprompter o una presentación de fondo (pero no pirateada, claro)!
Días después, Anaya se echó un “palomazo” con Yuawi, en la Arena Ciudad de México, sólo para demostrarnos que el chamaco gracioso de origen indígena a veces pierde el ritmo de la famosa canción del “movimiento naranja”.
AMLO se abstuvo de iniciar su campaña en “viernes y sábado santos”: habría que acogerse a los “oficios del espíritu”. Eso sí, aprovechó para lanzar, desde Palenque, un mensaje muy cristiano (dentro del Estado laico): “Cuando me preguntan de qué religión soy, digo que soy cristiano, en el sentido más amplio de la palabra, porque Cristo es amor y la justicia es amor”.
De inicio, pues, AMLO procedió a contaminar con su roña religiosa el espacio público de un Estado que se ve obligado a soportar todas las sandeces religiosas porque, finalmente, este Estado garantiza la libertad de pensamiento y de opinión, aunque mucha gente piense y opine puras pendejadas. Ni modo, ni la democracia es perfecta.
Tramposamente, AMLO piensa sacarle el mayor provecho posible a la mitología hegemónica de México: la mitología cristiana, una mitología que fue impuesta durante un proceso de conquista y de colonización y que, por desgracia para nuestro país, continúa vigente debido a la inercia cultural.
¡Qué curioso! En nuestros tiempos, en donde todo mundo se espanta y se indigna ante las fake news, casi nadie ha caído en la cuenta de que la mitología cristiana es la principal fake news de Occidente.
Como sea, AMLO está dispuesto a valerse de la religión dominante con fines electoreros. ¡Cristo es amor, vaya!… Si a esas vamos, yo prefiero a Rigo Tovar, que también es “amor” y sí existió de forma demostrada sobre la faz de la Tierra.
Después vimos a AMLO en Ciudad Juárez, el domingo 01 de abril. Un inicio de campaña ad hoc al personaje: harto “acarreado” del pueblo llano. Mares de masas que quieren vivir permanentemente a expensas del erario público: bendita “política social”. ¿Para qué asumir responsabilidades y comportamientos racionales si el populismo puede resolver sus vidas?
Y ya se saben ustedes el rollo: a) todos los males de México son por la “corrupción” (la gente no toma decisiones pendejas, eso nunca); b) AMLO “limpiará y sanará” a la nación (¡aleluya, aleluya!); y c) todos seremos felices para siempre.
AMLO dice que quiere ser como Benito Juárez: seguramente está pensando en llegar a la Presidencia de la República y no dejarla sino muerto.
Y, finalmente, José Antonio Meade. Fiel a su casa de origen (“ciudadano” él, pero bien cobijado por el PRI), el “acarreo” y la “cargada” funcionaron de maravilla. Para un arranque de campaña, nada mejor que un ambiente controlado (y cerrado en esta ocasión): el Salón “Chichén Itzá” del Centro de Convenciones Yucatán Siglo XXI. Acierto fue hacer transmisión simultánea a otras entidades del país a través de la tecnología (que a ratos se caía).
Todos muy animosos: aplaudiendo, gritando, cantando y bailando al ritmo de una versión políticamente adaptada de la cumbia Oye, al estilo de Los João. Les confieso que me sentí de vuelta a Siempre en Domingo y al cine de ficheras de los años ochenta del siglo pasado.
Seré tajante: a José Antonio Meade la urge una buena asesoría en asuntos de imagen. Es mal orador: le falta pasión. Se debe quitar esa facha de burócrata timorato en junta de consejo. Arma bien sus ideas pero carece de ritmo y de fuerza para transmitirlas.
En nada le ayuda su panza “chelera” de funcionario “godín”, ni sus dientes chuecos y cafés, ni su cabello despeinado y mal cortado, ni sus ademanes sin vigor. Pensé que nada podía ser peor que Ernesto Zedillo. En eso de la oratoria, Meade se anda dando un “tú a tú” con Zedillo.
Y entiendo que un tecnócrata es un tecnócrata, pero al menos debe hacer el intento de soltar de tanto en tanto al demagogo que todo político lleva dentro. Digo, si Meade puede soltar frases cursis del tipo “Defenderé con mi vida los intereses de la nación”, bien puede hacer un esfuerzo para darle más energía a sus palabras.
Fuera de esto, Meade expuso sus siete compromisos, todos ellos nadando entre la ambigüedad, la imposibilidad y la generalidad.
En fin, mis apreciables lectores. Comenzamos mal esto de las campañas electorales del 2018. Ya veremos qué nos deparan los siguientes tres meses. Por vía de mientras, a soportar millones de spots.
Por Carlos Arturo Baños Lemoine. / CIUDADANO CERO, COLUMNAS / elarsenal.net
-
Congreso3 días ago
Condena Toño Carreño el asesinato del presidente de Tacámbaro y su escolta
-
Congreso3 días ago
Se reúne Brissa Arroyo con alcalde de Morelia, Alfonso Martínez
-
Michoacán3 días ago
Renace el Lago de Pátzcuaro con la incorporación de cinco nuevos manantiales en Urandén
-
Seguridad3 días ago
Gobierno del Estado condena homicidio del presidente municipal de Tacámbaro y un escolta
-
Michoacán3 días ago
Guardián Forestal: Se gestionarán mil denuncias por deforestación en Michoacán, anuncia Bedolla
-
Michoacán3 días ago
DIF Michoacán impulsa el derecho de la niñez a vivir en familia
-
Michoacán3 días ago
Pátzcuaro celebra 23 años como Pueblo Mágico, un legado de historia y cultura
-
Michoacán3 días ago
Gaby Molina inaugura Encuentro Estatal de Escoltas y Bandas de Guerra en Morelia