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Opinión

Bienvenidos a la sana cercanía

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El PRI realiza este fin de semana a su XXI Asamblea General. Será un evento diferente en los últimos 12 años. Ya volvieron al poder. Uno de los suyos está en Palacio Nacional. No es lo mismo que estar en la oposición y adoptar postulados populares que jalan simpatías, pero mantienen en rezago al país.

Hablamos concretamente del Impuesto al Valor Agregado, pero también de la sacrosanta rectoría del Estado sobre el petróleo.

Los dos temas sacan ronchas y suscitan resistencias. La famosa tasa cero a medicinas y alimentos fue bandera del partido en la última década.

En la sede misma del partido se colocaron enormes espectaculares por el “No al IVA en alimentos y medicinas”.

La frase paga, pega, ayuda a ganar votos. Fue llevada incluso a los documentos básicos del PRI.

Pero Peña Nieto necesita recursos para hacer realidad los compromisos que firmó. “Con dinero baila el perro, o lo que es lo mismo with money dance the dog”, diría el clásico “Piporro”.

La propuesta ahora es quitar la popular prohibición, y dejar la puerta abierta a la modificación del IVA en medicinas y alimentos, aunque el senador Manuel Cavazos Lerma, ex gobernador de Tamaulipas, nos diga que eliminarla “no quiere decir que necesariamente estemos a favor”.
Con el petróleo es lo mismo. Repiten que no se perderá la rectoría del Estado, pero el temor a los dogmas les impide decir que sectores de esa industria quieren abrir a la inversión privada.

Los dos temas sacan ronchas y suscitan resistencias entre los militantes.

Y es que a los mismos que les decían que el regresivo impuesto daña a los que menos tienen, ahora les argumentan que no se puede ir a una reforma con dogmas y que la tasa cero beneficia más a las clases pudientes.

Le podemos adelantar que los delegados harán lo que el gobierno de Peña necesite. Los tricolores, aunque quieran mostrar que evolucionaron, tienen nuevamente a su eje articulador. Son disciplinados. Así los educaron. Bienvenidos nuevamente a los tiempos de la sana cercanía.
Otro tema polémico que debatirán los priistas son las candidaturas externas. El partido se había mantenido cerrado frente a ese tema. Era el único. La realidad se les impuso y aprendieron la lección. Hay que abrirse a los de afuera. Un candidato malo potencializa las posibilidades de derrota.

Para ponerlo en palabras de César Camacho, presidente nacional del PRI: “El partido está consciente de que para ampliar las oportunidades de intervenir en la vida democrática, debe abrir “candados” y ensanchar los espacios para la participación, no sólo de sus militantes, sino de quienes simpatizan con sus postulados.

“El PRI ha tenido que arrastrar un lastre, cuando algunos de quienes usando sus siglas se convirtieron en autoridades, pero fallaron en la encomienda.

Por eso van a hacer cambios en los métodos de elección de sus candidatos. Actualmente hay elecciones directas y convención de delegados. Después de la asamblea podrán elegirse por encuestas.
* * *

Los azules de enfrente tendrán también su Consejo Nacional. Aprobarán las propuestas que se llevarán a la Asamblea Nacional, programada para mediados de marzo. El fenómeno de los panistas es exactamente al revés. Ya no tienen a nadie en Los Pinos. Tampoco hay un grupo dominante. La derrota de Calderón modificó la correlación interna de fuerzas. Los afines al ex presidente perdieron posiciones y poder. Hay maderistas, Yunques, independientes, y hasta un grupo del impresentable Jorge Manzanera. Están agarrados de las greñas.

Sabemos que Acción Nacional va a eliminar la figura de los “adherentes”. Las filiaciones masivas que se dieron en los tiempos de Calderón inflaron artificialmente el padrón del partido. La cruda realidad asomó con el refrendo del partido que promovió el jefe nacional. Y es que fueron legiones las que registraron como “adherentes” con la esperanza de pescar un huesito.

Panistas con los que charlamos sobre lo que viene, coindicen en que lo más importante es la “federalización del partido”.

Los estatutos actuales establecen que de los 300 consejeros nacionales del partido, 150 se eligen en las asambleas estatales y los otros 150 se votan en las asambleas nacionales. Eso se va a acabar. Los 300 consejeros vendrán de las 32 asambleas estatales. El consejo se completará con los llamados “ex oficio”: ex jefes nacionales, coordinadores parlamentarios…

Los azules, por cierto, van a eliminar también los candados que prohíben a los dirigentes del partido, nacionales estatales, postularse a cargos de elección popular.
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La Cámara alta está por decidir quién será el próximo consejero de la Judicatura Federal en sustitución Jorge Moreno Collado. El PRD quiere esa posición para Leticia Bonifaz.

La senadora Dolores Padierna exige incluso que se cumpla un supuesto acuerdo que permitió al PRI y al PAN la elección de los últimos dos ministros que llegaron a la SCJN, a cambio de que el PRD designara al sucesor de Moreno Collado.

Bonifaz está entre las finalistas pero no va sola. Otro con posibilidades es Marino Castillo Vallejo, quien actualmente trabaja en la Auditoría Superior de la Federación. Tiene más de 30 años de experiencia en los tres poderes de la Unión y un plus: no pertenece a ningún partido.
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Moraleja de la semana: Nadie está por encima del Estado.

FIN.

Por: Francisco Garfias. /elarsenal.net

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