¡El poder del miedo!

Este 2014 ha iniciado de mal manera para los gobiernos de Guerrero y Morelos que apenas en los primeros tres días han tenido dos hechos delincuenciales que tienen que ver con reclusorios.

En dos hechos, una fuga y una ejecución ha sido nuevamente demostrada la fragilidad de las cárceles bajo el resguardo de las autoridades estatales; una fuga en el penal juvenil de Morelos hace que nuevamente se volteé a ver este estado.

Sin embargo, la entrada de un grupo de sicarios a la cárcel de Tuxpan en la ciudad de Iguala, eso demuestra la falta de un plan de contingencia, un plan de seguridad en este reclusorio tomado por el crimen organizado.

Sabemos de antemano que todas las cárceles estatales y municipales, son controladas por los gobiernos del crimen organizado, ahora este grupo del crimen organizado denominado “Los Pelones”, ligado de acuerdo con fuentes de la Procuraduría estatal al cártel de Los Zetas siguen haciendo de las suyas días después de haber entrado a la cárcel de Tuxpan.

La información que se tiene hasta el momento, es que “Los Pelones”, brazo ejecutor de Los Zetas en Iguala, fueron tras Ismael Ocampo Álvarez, de 41 años, apodado “La Naila”, enlace del cártel de Los Caballeros Templarios, que opera en Michoacán, con organizaciones criminales de Guerrero y controlaba a los reos de esa cárcel.

El enfrentamiento en el penal se originó por “una venganza” ya que “La Naila” mandó a matar a Mario Maldonado Merino, quien fue asesinado en el interior del Cereso de Iguala el pasado primero de enero.

Con la muerte de “La Naila”, no se terminó la venganza; de acuerdo con el reporte policiaco estatal, cuando el cortejo fúnebre de Ocampo Álvarez, circulaba por la carretera Iguala-Cuernavaca a la altura del poblado El Platanillo, en el kilómetro 35+500, un grupo de hombres armados interceptaron la carroza, bajaron el féretro en cuyo interior estaba el cuerpo de Ismael Ocampo Álvarez, lo rociaron de gasolina y le prendieron fuego.

Los empleados de la funeraria y los familiares huyeron del lugar y se han negado a interponer una denuncia tras haber sido amenazados.

Hechos como estos son parte de una estrategia que utilizan los grandes grupos criminales para generar miedo entre sus antagónicos para evitar que sean atacados e invadidos en sus territorios.

El poder del miedo entre el crimen organizado se aplica de manera psicológica y tiene un impacto brutal en los sicarios antagónicos debido a la saña con el que se llevan a cabo los homicidios.

El mensaje que ha dejado este grupo criminal es sencillo “Donde quiera que este te encontramos y hasta después de la muerte te seguiremos buscando”, la prueba está con este grupo delictivo conocido como “Los Pelones”.

Las autoridades estatales de Guerrero saben e incluso tienen identificado al grupo delictivo que entró a la cárcel de Tuxpan a matar a “La Nalia”, sin embargo la estrategia del Poder del Miedo los invadió y simplemente dirán que están investigando o que fue el crimen organizado, sin mencionar nombres para evitar problemas, así funciona el Poder del Miedo.

por Andy Novell F. / elarsenal.net