Connect with us

Opinión

¿La verdad? Los expertos desplazaron a la CNDH

Published

on

Enviar Por:

La CNDH no jugó claro el jueves, al anunciar como gran revelación que dos policías federales habrían participado en la desaparición de los 43 normalistas, lo cual provocó que incautos hablaran de un giro al caso Iguala y exigieran ampliar la investigación sobre el papel del Ejército.

Se trató de una venta de humo por parte del ombudsman, quien sabe mejor que nadie que esa posible participación de agentes de la Policía Federal y de Huitzuco es una línea de investigación abierta por la PGR desde hace un año.

¿Por qué Luis Raúl González Pérez desempolvó una pesquisa antigua de la PGR y la presentó como propia y novedosa? Para intentar reposicionar a la CNDH en el caso Iguala, en cuyo escenario mediático fue absolutamente desplazada por los cinco expertos extranjeros de la CIDH.

Por eso anunció su “revelación” horas antes de que la CIDH informara en Washington que aceptaba la invitación del gobierno mexicano a dejar de investigar aquí la desaparición de los normalistas, porque sólo había pedido cuatro meses y se quedó un año sin resolver nada.

Pero se trató de un protagonismo absurdo de la CNDH, pueril por demás, porque jamás podrá sostener su “revelación”: un oportunismo criticable por los cuatro costados, porque embrolla a la opinión pública y aporta falsas esperanzas a los padres de las víctimas que, sin embargo, debe proteger.

Peor aún: la CNDH llega al extremo de recomendar a la PGR profundizar sobre una segunda línea de investigación que implicaría la participación de dos policías federales quienes, de acuerdo a un testigo, habrían llevado a los normalistas ante la presencia de un sicario.

¡Por favor! esa línea de investigación aparece en el informe de los expertos de la CIDH entregado en enero pasado a la PGR, en los párrafos tercero y cuarto, página 317, del apartado titulado “Características de los hechos y análisis de posibles causas”.

Sin embargo, la PGR no ha encontrado ninguna prueba sólida que sustente esa versión, pues todos los elementos de la Policía Federal que se encontraban en la región han rendido declaración ante el Ministerio Público, hasta en dos ocasiones, sin que se haya confirmado responsabilidad en su contra.

La CNDH no debería ver esto como competencia con la CIDH. Para empezar, los estilos de sus titulares son distintos: el ombudsman Luis Raúl González Pérez es un técnico ajeno al relumbrón; y Emilio Álvarez Icaza un político estridente con aspiraciones en 2018, mínimo, a ser senador por el PRD.

El ombudsman es, por encima de todo, un hombre de Estado, porque la CNDH es la institución del Estado mexicano encargada de promover y proteger los derechos humanos.

Él sí debe coadyuvar.

Y no hacer infiernillos.

POR  / COLUMNASMESA REVUELTA  /  elarsenal.net

Más leídas