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Política

¿A dónde fue el dinero de los fideicomisos que eliminó López Obrador?

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El 6 de noviembre de 2020, el presidente Andrés Manuel López Obrador publicó un decreto por el que se extinguieron 109 fideicomisos públicos que apoyaban a la ciencia, la cultura, el deporte y la atención a víctimas, entre otros sectores. El objetivo del gobierno era concentrar los recursos de estos fideicomisos, que sumaban unos 68 mil 400 millones de pesos, en la Tesorería de la Federación para destinarlos a la atención de la pandemia de Covid-19 y a la estabilización fiscal. Sin embargo, más de un año después, no hay claridad sobre el uso y el destino final de estos recursos, ni sobre el impacto que ha tenido la extinción de los fideicomisos en los sectores afectados.

¿Qué eran los fideicomisos y por qué se extinguieron?

Los fideicomisos públicos eran mecanismos financieros que permitían administrar recursos públicos para fines específicos, sin estar sujetos a las reglas y restricciones del presupuesto federal. Estos recursos provenían de diversas fuentes, como impuestos, derechos, donaciones o ingresos excedentes.

Los fideicomisos se crearon para apoyar a sectores estratégicos o prioritarios para el desarrollo nacional, como la investigación científica y tecnológica, la protección del medio ambiente, la promoción cultural y deportiva, la prevención y atención de desastres naturales y la protección de los derechos humanos.

Sin embargo, el gobierno de López Obrador consideró que los fideicomisos eran opacos, ineficientes y propicios para la corrupción, y que sus recursos podían ser mejor aprovechados para atender las necesidades urgentes del país ante la crisis sanitaria y económica provocada por el Covid-19.

Por eso, impulsó una reforma legal para eliminar 109 fideicomisos públicos sin estructura orgánica, que representaban el 28% del total de los fideicomisos existentes. La reforma fue aprobada por el Congreso de la Unión con el voto mayoritario del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y sus aliados.

¿Qué pasó con el dinero de los fideicomisos?

Según el decreto presidencial, los recursos de los fideicomisos extintos debían concentrarse en la Tesorería de la Federación en un plazo máximo de 30 días naturales a partir de su publicación. Además, se estableció que estos recursos se destinarían con prioridad al fortalecimiento de los programas y acciones en materia de salud, especialmente para los requerimientos derivados de la atención a la pandemia de Covid-19, incluyendo la obtención de la vacuna en el número de dosis necesarias.

Sin embargo, según un reportaje de Expansión Política publicado en julio de 2021⁵, solo se han ejercido el 11% de los recursos concentrados en la Tesorería y no hay evidencia de que se hayan destinado a la salud o a la vacunación contra el Covid-19. Por el contrario, se ha detectado que algunos recursos se han usado para otros fines distintos a los originales o se han quedado sin ejercer.

Por ejemplo, según el reportaje⁵, se han destinado 2 mil millones de pesos del Fondo para Desastres Naturales (Fonden) a pagar adeudos con proveedores; se han transferido mil millones de pesos del Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías (Fonart) al Instituto Nacional Electoral (INE); y se han dejado sin ejercer más de 3 mil millones de pesos del Fondo Sectorial Conacyt-Secretaría de Energía-Hidrocarburos.

¿Qué impacto ha tenido la extinción de los fideicomisos?

La extinción de los fideicomisos ha tenido un impacto negativo en los sectores que dependían de estos fondos para realizar sus actividades o para recibir apoyo en situaciones de emergencia o vulnerabilidad.

Por ejemplo, según el reportaje⁵, se han afectado proyectos de investigación científica y tecnológica que estaban en marcha o que se habían aprobado para recibir financiamiento; se han suspendido becas y apoyos para estudiantes, investigadores, artistas y deportistas; se han dejado sin recursos a organizaciones de la sociedad civil que trabajan en la defensa de los derechos humanos y la atención a víctimas; y se ha debilitado la capacidad de respuesta ante desastres naturales.

Además, la extinción de los fideicomisos ha generado una gran incertidumbre y desconfianza entre los beneficiarios y los sectores afectados, que no saben si podrán recuperar los recursos que les correspondían o si contarán con algún mecanismo alternativo para acceder a ellos.

¿Qué futuro les espera a los fideicomisos?

La extinción de los fideicomisos por parte del gobierno de López Obrador fue una decisión polémica y cuestionada que ha tenido consecuencias negativas para diversos sectores de la sociedad y que no ha demostrado su eficacia ni su transparencia en el manejo de los recursos públicos.

Sin embargo, todavía hay posibilidades de revertir o modificar esta decisión, ya que existen varios recursos legales interpuestos por organizaciones e instituciones afectadas que buscan impugnar la constitucionalidad del decreto presidencial. Además, hay propuestas legislativas para crear nuevos fideicomisos o fondos con características similares a los extintos.

El futuro de los fideicomisos dependerá en gran medida del resultado de estas acciones legales y legislativas, así como de la voluntad política del gobierno y del Congreso para atender las demandas y las necesidades de los sectores afectados.

Fuentes:

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